Las llamas devoran un restaurante de Torrent que repartió más de 1.500 comidas diarias tras la DANA: "Ahora necesitamos ayuda nosotros"

Un pavoroso incendio destruyó prácticamente por completo este jueves el conocido restaurante el Balcó de Torrent. En tan solo unos minutos, las llamas devoraron un establecimiento con más de cien años de historia. 

El siniestro se produjo sobre las 19 horas y, a pesar de la rápida actuación de los bomberos, los daños son cuantiosos. "Yo estuve trabajando hasta las seis de la tarde y una hora más tarde me llamaron de la empresa de alarmas, miré las cámaras del local y ya se veía humo. Cuando llegué ya estaban allí lo bomberos tratando de apagar las llamas", explica Javier García, propietario del restaurante. 

Este viernes, la policía científica ha estado tomando muestras en el local para tratar de determinar el origen del incendio. "No sabemos qué ha pasado. Puede ser un cortocircuito o alguna máquina, eso tendrán que decirlo los especialistas", señala Javier. 

Ahora están a la espera de la visita del perito del seguro para valorar los destrozos sufridos. "Tenemos una buena póliza, pero ya veremos lo que cubre", lamenta el propietario del restaurante que explica que "hemos tenido que cancelar los eventos que teníamos previstos para las próximas semanas. No sabemos lo que podremos tardar en reabrir, pero seguro que no será antes de dos meses". 

Restaurante solidario con los afectados por la DANA

El Balcó de Torrent, ubicado en la urbanización del Vedat, se salvó de las inundaciones provocadas por la DANA del pasado 29 de octubre. Ante la situación de emergencia, los propietarios ofrecieron sus instalaciones para ayudar a los damnificados por las inundaciones. Desde sus cocinas, estuvieron saliendo durante un mes más de 1.500 comidas diarias que distribuyeron en localidades como Paiporta, Alfafar, Catarroja o Benetússer, entre otras. 

También dieron alojamiento en sus instalaciones a los efectivos de la Policía Local de Logroño, que se desplazaron a Valencia para colaborar en las labores de limpieza y reconstrucción. "Los tuvimos durante un mes con nosotros. Ellos también colaboraron en la distribución de la comida que cocinábamos a diario".

Tras el esfuerzo realizado para ayudar a los miles de damnificados, el restaurante comenzó a volver a su actividad normal y cuando empezaba a remontar el negocio han sufrido este duro golpe. "Ahora, la ayuda la necesitamos nosotros", afirma Javier que explica que "vamos a empezar a desescombrar cuanto antes con nuestros propios medios, la ayuda de amigos y con la contratación de empresas especializadas para intentar reabrir cuanto antes".

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