"Nos encontrábamos gente desnuda, con los pañales rotos, por el suelo, pidiendo agua y a otros diciéndonos que los sacáramos de ahí", así define lo que vio en alguna de sus visitas a la residencia Domus Vi de Alcoi el exjefe de sección de la Unidad de Hospitalización a domicilio del Hospital Virgen de los Lirios, Manuel Pérez.
Así lo denunció en su momento, y este lunes lo ha reafirmado en su declaración en la primera jornada del juicio contra los responsables de la gestión de esta residencia, en la que fallecieron 74 ancianos en tan solo un mes. "Fue una hecatombe. Solo pasó en esta residencia de las 10 que había en la zona, incluidas residencias mucho más grandes", asegura el responsable médico, que afirma que "uno de los fallos fue la falta de aislamiento. Veías enfermos positivos en las cuatro plantas a pesar de que tenían posibilidades arquitectónicas para aislarlos".
A la salida de la vista, Pérez ha señalado que "no he llegado a entender lo que pasó allí porque organizado no llegó a estar nunca".
A la falta de organización, une la desinformación. "No se informó de la situación a los pacientes ni a los familiares. Eso es básico y no se hizó. A nosostros se nos negaba la utilización del teléfono que era la única forma de informar".
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