La clase de Arturo estará en la planta baja para que su madre no tenga que subirlo a hombros: "Rectificar es de sabios"

La dirección del Colegio de Infantil y Primaria Voramar de Alicante ha buscado una solución provisional para Arturo, el pequeño de 10 años que nació con una lesión medular y que necesita una silla de ruedas para desplazarse. Unos problemas de movilidad que obligaban a su madre a subirle a hombros a su aula, situada en la primera planta, hasta cuatro veces al día para que pudiera asistir a clase, después de que se estropeara el ascensor del colegio.

Por el momento, el centro ha cambiado la clase a la que asiste el pequeño, que cursa sexto de primaria, a la planta baja. "De esta forma se soluciona la situación provisionalmente, porque mi hijo quiere asistir a su aula del primer piso y utilizar los mismos espacios que sus compañeros que no tienen problemas de movilidad para su integración real", explica María Jesús Aguilar, madre del pequeño.

María Jesús, la madre de Arturo, quiere dejar atrás una vez las autoridades se han comprometido a reparar el elevador. "Todos cometemos errores, rectificar es de sabios y hay que ponerse manos a la obra, arreglarlo y ya está porque el ascensor es muy importante para la operativa del colegio", asegura la mujer.

Para poder volver a la normalidad, el consistorio se ha comprometido a reparar el ascensor de forma definitiva, después de que sufriera continuas averías desde diciembre de 2023. "Después de reunirse la dirección del colegio con responsables de educación y del ayuntamiento se han comprometido a arreglarlo lo antes posible, de hecho ya están reparando el panel de control y otros problemas y se han llevado el motor", asegura ilusionada la madre.

El colegio también ha habilitado provisionalmente un comedor en el gimnasio del centro para los alumnos de infantil y de educación especial. "De los casi 600 alumnos del colegio entre 20 y 25 son niños con problemas de movilidad y otros con autismo y diferentes discapacidades, estos y los más pequeños comen en sus aulas para facilitar su integración, pero subirles la comida a clase es necesario el ascensor y ahora tampoco era posible.".

La difusión en medios de comunicación como Telecinco del caso de Arturo provocó una polémica entre la dirección del colegio, el ayuntamiento, responsable del mantenimiento del ascensor, y la Conselleria de Educación.

La concejala de Educación, Mari Carmen de España, criticó la falta de comunicación del centro con el consistorio, asegurando que no había informado de la última avería justo antes del inicio del curso, llegando a insinuar una campaña para dañar la imagen del ayuntamiento. Una polémica que ha llegado a saltar del ámbito local al autonómico, cuando el conseller de Educación, Jose Antonio Rovira, cuestionó la actuación del colegio, además de apuntar un presunto sabotaje del ascensor.

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