Unos audios incriminan al párroco de Cullera en la muerte del anciano presuntamente asesinado por su cuidadora

  • Las escuchas telefónicas practicadas por los investigadores revelarían la participación activa del cura de la Parroquia de San Antonio Abad

  • En una conversación telefónica, el cura le dice a la cuidadora que “si te insinúan que lo envenenaste, … perdona yo le daba la medicación que me han dicho y punto”.

  • En otra escucha la cuidadora afirma que el cura le pedía 15.000 euros de la herencia y asegura que "había cogido a un montón de abuelos con las herencias"

Las escuchas telefónicas practicadas por los investigadores en el presunto asesinato de un anciano de 91 años en Cullera (Valencia) por su cuidadora, en colaboración con un párroco de la localidad, tras la administración de unos psicóticos, están sacando a la luz nuevas pruebas, como ha adelantado Levante-Emv.

Dichas escuchas revelarían la participación activa del cura de la Parroquia de San Antonio Abad, que a través de su abogado, señaló que el solo presentó a la cuidadora al fallecido para ayudar. Unas declaraciones que se contradicen con los contenidos de los pinchazos telefónicos recogidos por la Guardia Civil en los que el sacerdote la dice a la cuidadora, nombrada heredera universal de los bienes de la victima solo 18 días después de hacerse cargo de él, que “si te insinúan que lo envenenaste, … perdona yo le daba la medicación que me han dicho y punto”.

En otra conversación el párroco le advierte a la cuidadora que "van a por ti en todo, en todo lo que sea posible”, a lo que ella contesta “¿A por mí? A por ti irán también”, una afirmación a la que elc cura contesta confiado  “A por mí no, a por ti”.

"El cura pedía 15.000 euros"

En otras conversaciones intervenidas a la cuidadora con familiares, esta afirma que el cura le pedía 15.000 euros de la herencia del anciano, en lugar de los 6.000 que el anciando dejó en herencia a la parroquia. Además, la acusada asegura que el cura "ha cogido a un montón de abuelos con las herencias" y que en esta ocasión "sabe que tiene todas las de perder él también".

En busca de una nueva víctima

Los investigadores de la Guardia Civil sospechan que en el momento de la detención, la cuidadora ya estaba buscando una nueva víctima y se estaba ganando la confianza de otro anciano enfermo sin herederos.

Fruto de las escuchas, también se ha podido determinar que la acusada vejaba al anciano al que le llamaba “maricón”, y se quejaba de su mal olor y de sus continuas deposiciones. Además confiesa que arrojó sus cenizas al río, por indicación del párroco.

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