José Félix murió dos meses después de que Remdios, su cuidadora, empezara a trabajar a su lado. La conoció por mediación de un párroco de Cullera y tanto él como la mujer están siendo ahora investigados porque el hombre cambió su testamento poco antes de morir. Ahora, 'TardeAR' nos muestra el testimonio de un hombre que fue amigo, confidente y también cuidador del anciano.
El hombre quiere proteger su identidad, con lo que le hemos llamado Luis para evitar que le reconozcan. Conoció a José Félix, se hicieron amigos y el anciano le pidió que le cuidara porque se sentía solo a pesar de que tenía una cuidadora: "Me entrega la llave de su piso y empiezo a trabajar con conocimiento de su sobrino Juanjo".
Estaba con él tres horas al día, tiempo en el que Encarnación, su anterior cuidadora, hacía sus gestiones personales. Sin embargo, todo cambió de repente: "Cuando llevo unos diez días, Encarna me dice 'me han sacado de mi trabajo', me dice que no sabe por qué viene una nueva señora recomendaba por el párroco y es cuando entra Remedios".
Y después de 15 días, él también se vio obligado a salir de esta casa: "Me manifestaron que ya dos cuidadores no se requerían".
No vio nada sospechoso, aunque comentaba que José Félix ya había sufrido un accidente por el que se había cortado una ceja y poco después "volvió a tener una crisis". Vio que lo estaban metiendo en una ambulancia, así que Luis intentó acercarse pero no pudo: "Ella no me lo permitió, me dijo que no era posible porque lo ponía nervioso",
Es más, le preguntó a Remedios cuándo podía visitarle y obtuvo la misma respuesta: "Me dijo no puedes venir porque él se pone muy nervioso".
Luis no lo entiende dado que eran "confidentes". De este modo, tampoco comprende que su amigo cambiara su testamento, dejando a Remedios como su heredera universal tan solo 17 días después de conocerla: "Él decía que todo lo que había allí lo heredaría su sobrino porque era el único familiar lejano que tenía".