María afronta el futuro con optimismo e ilusión después de años de sufrir bullying en la adolescencia y violencia de género en su matrimonio.
Una sentencia del Juzgado de lo Mercantil nº 4 de Valencia le ha aplicado la ley de Segunda Oportunidad y la ha exonerado de pagar una deuda que había acumulado por créditos bancarios de 118.000 euros, además de permitirle mantener su casa en la que vive con sus dos hijos. "Esto supone una gran tranquilidad para mí después de tanto luchar para salir adelante y a partir de ahora poder afrontar los numerosos proyectos que tengo para los próximos años", cuenta a Informativos Telecinco María del Carmen Vañó.
El juez ha tenido en cuenta la situación de extrema vulnerabilidad de esta mujer que ha sufrido violencia de género durante más de una década y que tras su divorcio se quedó en una situación psicológica y económica muy difícil. "La sentencia es un hito porque hemos conseguido que en tan solo cuatro meses se haya dictado en favor de nuestra clienta", explica Amparo Trinidad de Aliter Abogados.
Los problemas de María comenzaron en el instituto. "Tenía una autoestima muy baja, empecé a sufrir bullying y dejé los estudios en plena adolescencia", relata.
Sin llegar a recuperarse con 20 años conoció al que fue su marido. "Yo creía que había encontrado a mi príncipe azul para formar la familia que quería, pero siendo novios ya comenzaron los episodios de violencia como un día que me dio una bofetada que pasé por alto porque estaba mal psicológicamente tras el acoso en la escuela", explica María.
Su fragilidad le hizo seguir adelante con la relación y un año después se quedó embarazada de su hija y en febrero de 2002 se casó. "A partir de ahí disminuyó la violencia física, pero empezó la violencia psicológica y verbal a diario. Aún así tuve otro hijo en 2007", cuenta.
En esa época cuando María decidió volver a estudiar. "Me apunté a una escuela de adultos y allí nos pusieron una película sobre violencia de género y me vi totalmente identificada con la protagonista. Fue muy duro porque lo más difícil es aceptar que eres una víctima", afirma.
Aún así siguió casada varios años hasta que en 2013 se divorcia de mútuo acuerdo. "Con lo que me costó tomar la decisión en ese momento no tuve el apoyo que necesitaba de mi entorno y volví con mi marido a pesar de todo".
Durante un año María se preparó psicológicamente y finalmente dio el gran paso. "Un día volví a casa y le dije a mi marido que se había acabado. Él se tiró por el suelo, se puso a llorar y me dijo que se iba a suicidar, pero me mantuve firme y conseguí que se marchara".
Durante un tiempo intentó manipularme para volver, incluso le pidió a mi hija que cogiera unas cartas que me envió en las que reconocía lo malos tratos. "Yo me enteré antes de que se las diera y fui a la Guardia Civil a poner una denuncia. Al poco me citaron para un juicio rápido, al que fui sin abogado y me pusieron uno de oficio, y ese mismo día salió la sentencia favorable para mí y dictaron una orden de alejamiento a mi exmarido".
"Antes de divorciarme definitivamente mi exmarido siempre me decía que solo no me iba a poder mantener a mí y a mis hijos", explica María, pero ella decidió seguir adelante.
El primer crédito lo pidió a través de la aplicación de su banco, 12.000 euros para pagar la hipoteca del piso, los gastos de luz y agua acumulados, la manutención de sus hijos y un tratamiento psicológico para ella. "Yo estaba destrozada y necesitaba ayuda profesional para salir de ello. Tenía hasta tres trabajos a la vez y cuidaba de mis hijos, pero entré en depresión", cuenta.
A pesar de sus esfuerzos, el dinero no le daba para salir adelante y continuó pidiendo créditos para ir tapando agujeros hasta alcanzar una deuda de 118.000 euros. "Ahí me di cuenta de que esto no podía ser, conocí en un curso al CEO del bufete que me ha llevado el caso y empecé a moverlo", cuenta.
En ese momento, ya había superado sus problemas de salud mental y comenzó a estudiar psicología y coaching. "Escribí un libro en 2022, ¿Quieres una historia diferente?, contando mi experiencia para ayudar a personas que hayan pasado o estén pasando lo que yo".
El libro fue best seller en Amazon Internacional y México. "El dinero que gané no fue mucho pero me permitió pagar al bufete para el proceso judicial", explica.
María ahora está de baja por unas dolencias graves en la espalda y un problema en el útero, pero no tira la toalla. "En cuanto esto pase me voy a poner con todos los proyectos que tengo en mente. Escribir un segundo libro, ayudar a personas que han sufrido violencia de género y bullying, dando charlas en colegios y en asociaciones", asegura.
Además, afronta esta nueva etapa después de perdonar a su exmarido. "Ahora tenemos una relación cordial como padres de dos hijos y esto me ha permitido dejar también atrás los episodios de violencia de género y tener mayor autoestima y confianza en mí misma".
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