El municipio valenciano de Palma de Gandia, una población de unos 1.500 habitantes, lleva más de cuatro meses sin agua potable, abasteciéndose con agua embotellada que costea el Ayuntamiento, y pide "solidaridad" a las administraciones ante una situación, también en su caso, de emergencia.
El municipio llevaba desde 2019 abasteciéndose provisionalmente de la red de agua del pueblo vecino, Ador, después de que la Generalitat declarara el Pozo de San Miguel, propiedad de la Comunidad de Regantes y que abastecía a la población, como no apto para el consumo humano.
El pasado 11 de octubre, la red de agua de Ador presentó problemas de turbidez e insuficiencia, por lo que Palma de Gandia tuvo que desconectarse y optar, como solución "paliativa", por el suministro de agua embotellada a los vecinos, comercios y empresas, explica su alcaldesa, Paula Femenia (Gent de Palma-Compromís).
El 30 de enero el Ayuntamiento aprobó en pleno el proyecto para llevar agua apta para el consumo humano desde el pozo de otra localidad cercana, Villalonga, y las canalizaciones, así como la "necesidad de urgencia" de una contratación directa de la obra con la empresa Global Omnium, que asumirá del coste de unos trabajos que ascienden a un millón de euros.
"Un préstamo", señala Femenia, ya que la empresa concesionaria recuperará la inversión a través de una tasa que incluirá en la factura, de 6,26 euros al mes que se abonará durante veinticinco años.
La alcaldesa lleva reclamando desde octubre un "auxilio económico" a la Generalitat Valenciana y la Diputación de Valencia para costear las nuevas infraestructuras y el gasto de la compra del agua embotellada, unos 2.000 euros a la semana.
Femenia comparte la solidaridad mostrada por la Generalitat Valenciana con Cataluña ante su situación de emergencia por la sequía, "pero nosotros -lamenta- no tenemos ningún tipo de ayuda".
"Entendemos que el pueblo tiene que poner una parte, la Diputación de Valencia otra y la Generalitat otra, que se dividan los costes", reivindica.
Al respecto, la Diputación de Valencia señala que el Pla Obert d'Inversions para los próximos cuatro años prevé una inversión en Palma de Gandia de 1.036.000 euros -220.000 euros más que la dotación del plan en la pasada legislatura-, y recibirá la parte del Fondo de Cooperación Municipal, que la pasada legislatura superó el medio millón de euros.
Señala asimismo que del Plan de Inversión 22-23 le quedaron al municipio más de 400.000 euros pendientes de ejecución, que el Ayuntamiento podría destinar actualmente a solucionar el problema del agua "con una simple solicitud de cambio de proyecto al área de Cooperación" y tendrá "inversión de sobra para realizar la obra".
La alcaldesa de Palma de Gandia cuestiona estas cantidades: el actual Consell ha incluido el ciclo integral del agua (antes en el Plan Reacciona) en el Pla Obert d'Inversiones, y esto supondrá que el municipio recibirá 52.228 euros menos de inversiones que en la legislatura pasada.
Los 400.000 euros pendientes de ejecución, añade Femenia, "están ya comprometidos", y señala que si se dedica el dinero del plan Obert para la canalización del agua, se "condena" al pueblo de Palma a "no tener dinero en cuatro años" para otras obras.
Además, considera la alcaldesa, estas ayudas las reciben todos los municipios de Valencia, por lo que Palma estaría en "desequilibrio" respecto al resto, y reclama "ayudas extraordinarias ante una situación extraordinaria".
Desde la Generalitat han indicado que la Dirección General del Agua "ha estudiado técnicamente la situación" y se ha mantenido una reunión con el Ayuntamiento para ofrecer colaboración.
La dirección general, añade, se ha reunido también con la Diputación provincial para estudiar posibles vías de colaboración entre las dos instituciones y municipios, como el de Palma de Gandia, con el fin de atender situaciones de emergencia en materia de abastecimiento.
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