El dueño de la funeraria que vendía cadáveres a 1.200 euros: "Estoy hecho polvo, han sido un par de empleados"

Cuatro trabajadores de una funeraria de Valencia han sido arrestados por vender cadáveres por 1.200 euros. Los detenidos elegían personas fallecidas de origen extranjero, sin familia ni capacidad para pagar un sepelio, falsificaban su documentación para sacarlos de los hospitales y las residencias y vendían los cuerpos a las universidades para su estudio. Además, también hacían negocio con las incineraciones. La trama, no obstante, plantea algunas dudas. José, el dueño de la funeraria y uno de los investigados por los agentes, ha hablado en exclusiva en 'Cuatro al día' y se ha defendido de las acusaciones.

José, que permanece en libertad a la espera de juicio, reconoce los hechos, pero asegura que el delito lo cometieron únicamente dos de sus empleados -que ya han sido despedidos-. Al ser preguntado sobre la autoría de la venta de cadáveres, ha señalado: "Mi funeraria no (fue). Han sido un par de empleados los que lo han hecho. Y, que yo sepa, ha sido un cadáver. Con uno se tuvo la incidencia".

Las palabras de José en 'Cuatro al día':

José, el dueño de la funeraria de Valencia, revela que uno de los trabajadores detenidos sí era de su confianza

El dueño de la funeraria valenciana asegura que uno de sus trabajadores, "desgraciadamente", sí era de su confianza, pero "el otro ni siquiera era trabajador" de la compañía: "Yo, la verdad, es que me he quedado hecho polvo". José asegura que desconocía las operaciones que se estaban realizando sin conocimiento de la dirección de la empresa.

La Policía Nacional sigue investigando a la funeraria de Valencia por la venta ilegal de cadáveres

Según los agentes, los detenidos en la capital valenciana vendían los cuerpos a las universidades (con documentación falsa) por 1.200 euros. Luego, una vez los centros educativos devolvían los cuerpos tras ser estudiados, los incineraban juntos, pero cobraban como si fueran incineraciones individuales. "Aprovechaban la disección y desmembramiento de los cadáveres para introducirlos en los féretros de otros difuntos", según María José Pérez, portavoz de la Policía Nacional. Así llegaron a facturar 5.040 euros a una universidad por realizar 11 incineraciones de cuerpos. La muerte convertida en un medio de estafa.

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