El 27 de enero de 1993 es un día de infausto recuerdo para la sociedad española. Dos apicultores hallaban en el paraje montañoso de La Romana, cerca de la presa de Tous, un pequeño municipio valenciano, los cadáveres semienterrados de las niñas de Alcàsser: Miriam García, Desirée Hernández y Toñi Gómez.
Las tres menores, de 14 y 15 años, habían desaparecido en la citada localidad valenciana el 13 de noviembre de 1992, es decir, 75 días antes, cuando salieron del domicilio de una amiga con la intención de acudir a una discoteca cercana a la que nunca llegaron. Este sábado se cumplen 31 años de uno de los crímenes más mediáticos de nuestro país.
Al día siguiente del trágico descubrimiento, Miguel Ricart fue detenido por falsedad en su declaración, mientras que Antonio Anglés, principal sospechoso del crimen, se da a la fuga y, desde entonces, se encuentra en paradero desconocido.
El 30 de enero se celebró un multitudinario funeral, retransmitido en directo por televisión, en el que 30.000 personas arroparon a los familiares. En la misa se leyó un mensaje de condolencias enviado por el papa Juan Pablo II. Durante la comitiva fúnebre se llegaron a escuchar proclamas en favor de la pena de muerte para los asesinos.
Unos meses después, el 26 de abril, el Juzgado número 6 de Alzira (Valencia), que instruye las diligencias del caso, levantó el secreto de sumario.
El 12 de mayo de 1997 comenzó el juicio con Ricart, apodado 'El Rubio', como único procesado. Y el 5 de septiembre fue condenado a 170 años de prisión por el secuestro, la violación y el asesinato de las niñas.
Los magistrados de la Audiencia Provincial de Valencia, en una sentencia que el 26 de mayo de 1999 fue ratificada por el Tribunal Supremo, consideraron probado que las jóvenes fueron raptadas por Ricart, Anglés y "posiblemente alguna otra persona más".
El entonces director general de la Policía, Juan Cotino, asegura, el 24 de enero de 2000, que se intensifican las gestiones con la Policía irlandesa para determinar si unos restos óseos hallados en el puerto de Dublín pertenecen a Antonio Anglés.
Los análisis de ADN efectuados revelaron que dichos huesos no pertenecían a Anglés, según confirmó la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Carmen Mas, el 4 de abril de 2001.
Ricart salió en libertad el 29 de noviembre de 2013 tras la derogación de la doctrina Parot. La Abogacía del Estado anunció a la Audiencia de Valencia la interposición de recurso de casación ante el Tribunal Supremo contra la excarcelación.
También recurrieron familiares de las víctimas y varias asociaciones aunque, finalmente, el Alto Tribunal consideró que ninguna de estas partes estaba legitimada para oponerse al auto de la Audiencia de Valencia que, en aplicación de la anulación de la doctrina Parot, declaró extinguida la pena. El 12 de diciembre de ese año, Ricart cruza la frontera con Francia.
El 3 de julio de 2019, la Guardia Civil investiga la aparición de unos huesos en el lugar donde fueron asesinadas las menores, confirmándose unos meses después que corresponden a dedos de Miriam García, una de las tres víctimas.
El Juzgado de Instrucción número 6 de Alzira, el 21 de octubre de 2021, ordena el análisis de pelos y otras evidencias del caso a petición de una de las acusaciones populares.
La Policía Nacional, el 4 de noviembre de 2021, pide un permiso judicial para comenzar una campaña divulgativa, a nivel europeo, que solicite la colaboración ciudadana con el objetivo de localizar a Anglés, uno de los prófugos más perseguidos de todo el continente.
El 18 de enero de 2022, la Policía irlandesa descarta que un cráneo encontrado en la costa de ese país en 2006 sea el de Antonio Anglés. Poco después, la acusación popular reclama que se identifiquen con pruebas de ADN los restos de las víctimas con el fin de estrechar la acusación sobre Anglés, en caso de que siga vivo, y "poner fin a teorías absurdas" y conspiranoicas.
Una nueva inspección, por parte de la Guardia Civil, del coche de Miguel Ricart determina la existencia de rastros de sangre en su vehículo, pero resulta imposible la extracción de ADN.
El 20 de diciembre de 2022, los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana arrestan a Miguel Ricart, de 53 años, en un narcopiso del barrio barcelonés del Raval, y dos días después queda en libertad.
A Anglés se le perdió la pista en la bahía de Dublín, cuando supuestamente viajaba como polizón en el carguero 'City of Plymouth', en el que habría embarcado el 18 de marzo de 1993 en Lisboa.
Aunque uno de los marineros declaró que Anglés iba a bordo de ese barco, la documentación incautada por la tripulación parece corresponder a un toxicómano que pudo acoger al prófugo en la capital portuguesa. Su responsabilidad penal no se extinguirá hasta diciembre de 2029.
Suscríbete a las newsletters de Informativos Telecinco y te contamos las noticias en tu mail.
Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y conoce toda la actualidad al momento.