La borrasca Garoé ha dejado en León la primera nevada del año, que ha venido acompañada de fuertes lluvias. También ha traído paisajes muy invernales, con capas de nieve de hasta más de diez centímetros de espesor. Estamos ante la llegada de una nueva borrasca que va a provocar un cambio radical en el tiempo.

El fin de semana ha estado protagonizado por el descenso de las temperaturas y las precipitaciones, que han dejado acumulaciones que hoy ascienden hasta los 10 centímetros de nieve por encima de los 800 metros de altura.

Frente a esto, las autoridades recomiendan extremar las precauciones en carretera, sobre todo en zonas de montaña. Cinco provincias se encuentran actualmente en alerta amarilla por nevadas.

Esta borrasca traerá nevadas y mucha lluvia durante toda la semana. La nieve que ya ha caído en muchas zonas como en León o Palencia.

Desde Palencia, informa Verónica Melendre, las montañas han acumulado hasta nieve con diez centímetros de espesor. Gracias a ella, vuelve la bonita y típica postal invernal de Palencia que tanto echaban de menos los habitantes de la zona.

Esta ha sido la primera nevada de la temporada, aunque según dicen los vecinos es algo escasa para lo que están acostumbrados. Durará menos de lo que los vecinos esperan, pues la lluvia prevista para esta noche deshará todo el manto blanco que cubre la montaña palentina.

Además de abrigarse, hay que tener cuidado al salir de casa por el resbalamiento del hielo. Los vecinos confiesan que tienen "miedo en las calles, al andar", por la posibilidad de resbalarse, caerse y hacerse una fractura.

Hasta ahora no han parado de limpiar las calles y las aceras intentando retirar toda la nieve con palas. "Por abajo se crea hielo. La gente se resbala, se puede caer, se puede hacer daño...", dicen los encargados de limpieza.

Esta primera nevada del año ha sabido a poco para la gente que vive en los pueblos de Palencia y León, que están acostumbrados a mayores borrascas. Respecto a la nieve que ha caído, afirman que "para lo que estamos acostumbrados, poco".

En O Cebreiro (Lugo) la nieve se recibe como una "bendición de Dios". Allí ha sorprendido a los turistas que "hace años que no veía nieve." Con la estampa invernal que ha dejado la borrasca, los extranjeros están "muy felices".

En la sierra de Madrid también ha sido muy bien recibida, porque por lo general "nieva poco y se agradece".

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