Ya no habrá más ángeles de Victoria's Secret. La era del Me Too ha acabado con el desfile de la famosa marca de lencería. Las críticas, incluso de las propias modelos sobre la imagen irreal que ofrecían de la mujer han hecho que la firma cancele un show
Después de más de 20 años de desfiles la firma ya no ve rentable esos 42 minutos televisados que, a duras penas, atrapan ya a 3 millones de espectadores. Desfiles que empezaron de forma modesta y se convirtieron en plataforma de modelos. Esas que soñaban con colgarse las alas, con llevar algún día el fantasy bra de millones de dólares.
Final revelador que se suma al mal rato que está pasando la firma este año. Las ventas se desploman. Ya no hay codazos para comprar en sus tiendas. Sólo en Norteamerica se van a cerrar 53 en 2019. El desencanto viene, sobre todo, porque han ignorado los nuevos tiempos. Porque siguen dando la espalda a la mujer real. Y ahí le han ganado la partida competidores como Aerie, Thrid Love o Savage, la marca que abandera Rihanna.
Ante este panorama, si Victoria's Secret, no quiere asistir a su funeral, ya puede cambiar de estrategia.