Este jueves en el vertedero de Zaldibar, donde siguen buscando a los trabajadores desaparecidos, se esperan los resultados de las mediciones de la calidad del aire en los alrededores.
El perro que colabora en la búsqueda señala lugares donde podrían estar los cuerpos de Alberto y Joaquín. Los equipos retiran con suma delicadeza el material. Inspeccionan también en la zona de la báscula, el lugar donde permanecían cuando se produjo el derrumbe, pero la búsqueda es muy peligrosa.
Mientras sigue la investigación de lo ocurrido. Hoy publica ‘El Correo’ que varios trabajadores del vertedero han declarado que recibían residuos peligrosos no autorizados. Sofás, pescado podrido, colchones... que enterraban los residuos sin guardar la proporción de tierra adecuada y de ahí la inestabilidad, denunciada incluso por uno de los fallecidos. Además confirman que para superar las inspecciones mentían sobre el reciclaje.
El Gobierno vasco niega que hayan encontrado en estos días residuos no permitidos. Sí admiten que la última inspección detectó muchas irregularidades. Los ecologistas aseguran que sólo el elevado número de fallos justificaba un expediente sancionador. Creen que una sanción a tiempo podría haber evitado 2 muertes y un desastre ambiental.