El círculo más cercano de la mujer de Kobe Bryant ha explicado a la revista People cómo se encuentran Vanessa y sus tres hijas después de la noticia devastadora de la muerte de Kobe, Gigi y otras siete personas en un viaje en helicóptero que nunca debió llevarse a cabo. "Es un momento extremadamente difícil y devastador para Vanessa y toda la familia", reconocen, "no puede terminar ni una oración por su marido y su hija sin llorar, está devastada aunque es consciente que ahora tiene que ser la fuerte para seguir manteniendo unida a la familia y seguir adelante por sus tres hijas".
Kobe y Vanessa se casaron en abril de 2001, cuando él acababa de cumplir 22 y ella tenía 18 años. La familia de Kobe no las tenía todas consigo y lo cierto es que la pareja pasó por altibajos. Soportaron una demanda por violación de la que Kobe quedó absuelto y también por un amago de divorcio pero ambos finalmente superaron las diferencias y se consideraban almas gemelas. Al cumplie 20 años de relación, Kobe lo dejó claro en su Instagram. Vanessa era su pareja y su mejor amigo, pese a todo, incluido un aborto que vivieron juntos.
La realidad es que Kobe sufrió un antes y un después de ser padre. "Ser padre es lo que más me enorgullece en este mundo. Es mi mayor logro. He aprendido mucho, pero quizás lo más profundo ha sido el amor feroz e incondicional que sientes por tus hijos cuando te conviertes en padre. Tengo la suerte de haber tenido esa experiencia cuatro veces y no hay nada más poderoso en este mundo ", destaca People. Antes de ello, Tracy McGrady, jugador de la NBA durante 15 temporada, reconocía en una entrevista a la ESPN recordando a su amigo que "antes quería morir joven para ser una leyenda inmortal, pero todo cambió cuando se convirtió en padre". De hecho reconocía que viajaba cada vez más en hellicóptero para aprovechar el tiempo y no sufrir los atascos de Los Ángeles. Kobe, pese a las dificultades, también logró triunfar con su familia. Y logró formar una numerosa. Gianna, de 13 años, que murió junto a él, Natalia, de 17 años, Bianka, de tres años, y Capri, de siete meses. Vanessa promete resistir por ellas.