La trágica muerte de Kobe Bryant en un helicóptero en el que también iba su hija Gianna, además de otras 7 personas, ha conmocionado al mundo entero. Los aficionados al deporte viven hoy sumidos en el luto por la pérdida de un jugador de baloncesto legendario que hizo historia en la NBA: cinco anillos; 2 jerséis retirados en Los Ángeles Lakers, –el equipo de sus amores–; 2 veces MVP de las finales; MVP de la temporada 2007-2008, 18 veces All-Star; el segundo mejor récord de la NBA de puntos anotados en un partido, con 81… Su palmarés, propio de un jugador que era único y especial, define quién era Kobe en la cancha, donde el baloncesto, al que se dedicó en cuerpo y alma, era su gran pasión. Fuera de ella, apoyándole siempre, su verdadero amor era Vanessa Laine, con quien llevaba casado desde 2001, así como las cuatro hijas que tuvieron juntos: Natalia Diamante, de 17 años, Gianna Maria-Onore, de 13, Bianka Bella, de 4, y Capri Kobe, de tan solo 7 meses. Era a ellas, a sus “princesas”, a quien ahora dedicaba todo su tiempo y su plena atención.
De hecho, instantes antes de que todo se torciese y el viaje acabase en una terrible tragedia, Kobe se había subido al helicóptero junto a su hija Gianna para ir con ella al partido de baloncesto que tenía que jugar contra el equipo de Fresno. La pequeña había decidido seguir los pasos de su padre y era una auténtica promesa para el baloncesto femenino. Con frecuencia, las cámaras captaban a Kobe en primera fila de los partidos de la NBA, comentando junto a ella cada detalle y analizando cada jugada. Gianna absorbía los conocimientos de su padre, y se contagió de su ilusión por el basket.
Kobe compartió 20 años junto a Vanessa, quien es de origen mexicano y le ayudó a aprender el español. Se conocieron cuando él tenía 20 años y ella 17, y esperaron hasta que la joven cumpliese la mayoría de edad para contraer matrimonio, en 2001. Tras casi 19 años como casados, la relación experimentó un bache significativo que, no obstante, superaron juntos: la demanda de una chica de 19 años, quien trabajaba como empleada en un hotel ubicado en Cordillera, Colorado, quien acusó a Kobe de violación en el año 2003. Entonces, Vanessa apoyó a su marido a pesar de la gravedad de las acusaciones y la presión mediática. Kobe, ante ella, entre lágrimas y públicamente, reconoció haber sido infiel a su mujer y pidió perdón, pero negó tajantemente ser un violador. El caso, finalmente, terminó a su favor: una semana antes de la cita judicial, la denunciante se negó a testificar y exigió la disculpa pública del jugador para retirar los cargos. Fue en marzo de 2005 cuando cada parte llegó a un acuerdo sellado con una compensación económica a la joven. Kobe insistió entonces en que él siempre entendió que todo fue consensuado.
Tras el suceso, Vanessa le perdonó. Permanecieron juntos hasta 2012, cuando se separaron temporalmente y ella llegó incluso a pedirle el divorcio. Sin embargo, un año después lograron salvar sus diferencias y sacar a flote su matrimonio. Juntos tuvieron dos nuevas niñas: Bianka Bella, en diciembre de 2016, y Capri, en 2019.
Ahora, la familia ha quedado rota por un drama que hoy todo Estados Unidos y todo el mundo del deporte llora.