Kobe Bryant sentía devoción por su hija Gigi, que perdió la vida junto a su padre en el accidente de helicóptero que tiene conmocionado al mundo del deporte y que ha convertido EEUU en una velatorio improvisado en las calles. Kobe siempre pensó que no le hacía falta tener un hijo varón. Sí, a veces se lo preguntaban por aquello de tener un descendiente en las canchas. Y él siempre respondían lo mismo. “A veces, cuando ella está a mi lado, otros padres me dicen ‘¿no querrías tener un hijo para que siga con tu tradición y legado?’ Y entonces ella les suelta ‘Yo tengo eso’”.
Porque Gigi era una fanática del baloncesto, acompañaba su padre a ver los partidos y este le enseñaba las estrategias y jugaba con ella, como el mejor maestro. De hecho, el último vídeo que se conserva de ambos juntos es jugando al baloncesto. “Cuando me retiré dejé de ver la NBA, pero mi hija me dijo que quería aprender más sobre ellos. Desde entonces siempre procuramos ver partidos acostados en la cama, y cuando podemos nos gusta ir a verlos en vivo”, recordaba el mito, que sí que pensaba que Gigi podía ser su legado, por qué no. Gigi “acabará en la WNBA seguro”, porque “esta niña es buena de verdad”, decía Kobe. Lamentablemete un terrible vuelo en helicóptero ha truncado el sueño de ambos.