Con la autorización europea de la vacuna covid-19 para niños de 5 a 11 años el reloj ha comenzado a correr para los países europeos que van a implementarla. España estaba esperando la decisión de la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés), para aprobar la vacunación de los niños también.
Ahora los plazos pueden ser muy cortos, ya que tanto comunidades autónomas como ministerio de Sanidad consideran el tema muy relevante: los niños de 5 a 11 años tienen la mayor incidencia acumulada de España, seguidos de la generación que corresponde a sus padres, los adultos de 40 a 49. Es decir, que con la mayor parte de sus mayores vacunados -los de más edad y vulnerables incluso con dosis de refuerzo- los menores podrían estar haciendo de propagadores del virus.
La Ponencia de Vacunas, el órgano formado por expertos que asesora al ministerio en la vacunación covid, no tiene un día fijo de reunión, pero suelen citarse los lunes de cada semana. Tras su análisis, el asunto tendría que debatirse en la Comisión de Salud Pública, que aglutina a los directores de las estrategias de salud pública de las comunidades autónomas. Esta tiene por costumbre, desde la pandemia, juntarse los martes.
Y por último, también sin día fijo pero con los miércoles como día habitual de reunión, el Consejo Interterritorial tendría que aprobar la vacunación. Lo haría tras el informe de la Ponencia de Vacunas y la recomendación de la Comisión de Salud Pública. Así, acortando plazos y siendo rápidos, la inmunización de los niños de 5 a 11 años podría llegar a aprobarse el miércoles uno de diciembre.
Los sueros de los niños vienen en envases diferentes y aún no están en España, pero el abastecimiento, confirman a NIUS fuentes del ministerio de Sanidad, no es un problema, ya que "van a llegar las vacunas, a partir de 2022 llegarán más porque la Unión Europea ya firmó acuerdos de suministro para los años venideros".
Aún así, "serán los expertos de la Ponencia de vacunas y a continuación los miembros de la Comisión de Salud Pública, quienes deberán decidir cómo y a quién administrarla, tal y como se ha venido haciendo hasta ahora con el resto de grupos", explican desde el ministerio. Es decir, que se irá vacunando progresivamente por edad, como se ha hecho con adultos y adolescentes. De hecho, según fuentes de la Ponencia de Vacunas esta semana los expertos están analizando la vacunación de los niños que "suponen unas cohortes altísimas".
La logística de inoculación de las vacunas contra la covid a los niños dependerá, como desde el inicio de la campaña, de las comunidades autónomas. La mayoría se muestran preocupadas por cómo y cuándo llegarán estas vacunas diferenciadas de los niños. Por eso muchas no confirman tener el dispositivo planificado, y otras afirman que se seguirán los protocolos que se crearon con el resto de grupos de edad:
Más allá de su aprobación y articulación logística, la vacunación contra el covid a menores de 12 años ha generado mucha controversia. En situación epidemiológica favorable (pocos contagios, escasa transmisión y ocupación de camas hospitalarias casi irrelevante) la mayoría de expertos que NIUS ha consultado en los últimos meses apuestan por vacunar solamente a los niños más vulnerables (trasplantados, con enfermedades oncológicas o respiratorias, o con características que hagan conveniente su inmunización). El argumento es que ellos no enferman y son, en muchos casos, asintomáticos:
Pero con la sexta ola entrando de lleno en España y poniendo en jaque a los sistemas sanitarios de media Europa, los niños podrían hacer de transmisores del virus y provocar contagios en sus mayores. Es el gran handicap de estas vacunas, que no evitan del todo el contagio, y una persona ya vacunada puede enfermar (eso sí, su riesgo de desarrollar covid grave es mucho más bajo que sin inmunizar). Por eso ahora cada vez más voces abogan por vacunar a los niños. Así lo explica el presidente de la Asociación Española de Vacunología, Amos García: "La decisión va a depender del peso de la pandemia en esos momentos y las coberturas vacunales".
"No va a ser una decisión fácil", coincide Ángel Hernández Merino, miembro del comité asesor de vacunas de la Asociación Española de Pediatría. "Necesitamos una profilaxis más segura que en los adultos. A medida que el beneficio individual es menor los requisitos de seguridad son mayores", advierte el pediatra.
Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en España hay 3.350.000 niños entre 5 y 11 años. En nuestro país la vacunación es voluntaria, así que en último término serán los padres los que decidirán si inmunizan a sus hijos contra la covid o no.
El Instituto de Salud Carlos III ha realizado ya ocho rondas de encuestas de opinión sobre la covid, la última este pasado mes de octubre. Desde que se pregunta por la vacunación a niños, la mayoría de padres afirman que sí vacunarían a sus hijos (aunque se pregunta por menores de edad, no por niños tan pequeños).
Sin embargo, hay que destacar que el porcentaje de personas que afirma que le pondría la vacuna a sus hijos es menor según ha ido avanzando el tiempo. Y los padres de estos niños, que tienen entre 35 y 49 años en su mayoría, son de los grupos de edad que menos se ha vacunado de todos los que se han inmunizado ya: el 77,2% de los adultos entre 30 y 39 años se ha vacunado, y el 87,5 de los que tienen hasta 49 años. Por encima de los 49 años casi el 100% de las personas se ha inmunizado, y en torno al 81% de los menores de 30.
La FDA, equivalente a la agencia del medicamento en Estados Unidos ha calculado el riesgo-beneficio de la vacuna en los pequeños, y concluye que sí merece la pena vacunarles, pero llama la atención un matiz: ingresarían más menores por miocarditis provocada por la vacuna que por covid. Eso sí, su pronóstico sería más leve.
Así, se han planteado varios escenarios, con más y menos incidencia de covid y con más y menos prevalencia de efectos secundarios graves de las vacunas. Y en uno de ellos, con escasa transmisión comunitaria (con pocos contagios) el número de casos de hospitalización por peri/miocarditis posvacunal sería mayor que los de hospitalización por covid evitados. No obstante, dice la FDA que, considerando las implicaciones clínicas de las hospitalizaciones por covid (más prolongadas y con más complicaciones) y las de las miocarditis (generalmente breves, con recuperación sin apenas necesidad de tratamiento) el balance sigue siendo favorable a la vacunación.
La explicación a que se recomiende el pinchazo a los niños se debe a varios factores:
En definitiva, los ingresos de niños por covid son más graves y largos, aunque menores en número, que los de niños con efectos secundarios de las vacunas. Así que se valora más la gravedad que la cantidad.