Las residencias de ancianos deben estar atentas a los brotes de covid-19 incluso después de que los residentes hayan recibido la pauta completa, según una nueva investigación presentada en el Congreso Europeo de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas (ECCMID, por sus siglas en inglés).
Los centros de cuidados de larga duración, como las residencias de ancianos con múltiples enfermedades subyacentes, corren un alto riesgo de sufrir brotes y muchas campañas de vacunación se han centrado inicialmente en los residentes de las residencias y en el personal que los cuida. Sin embargo, un brote en una residencia francesa plantea dudas sobre la eficacia de la vacuna en los ancianos.
Martin Martinot, de Hopitaux Civils de Colmar (Francia), y sus colegas estudiaron un brote de coronavirus que comenzó en una residencia de ancianos del este de Francia un mes después de que terminara una campaña de vacunación doble de los residentes y el personal con la vacuna de Pfizer-BioNTech. Setenta (75%) de los residentes y 38 (52%) del personal estaban totalmente vacunados a mediados de febrero de 2021.
Los análisis de las muestras de sangre tomadas por los investigadores el 6 de abril mostraron que todos los residentes totalmente vacunados, excepto uno, tenían anticuerpos contra el covid-19.
El brote comenzó el 15 de marzo y, en las siete semanas siguientes, 24 de los 93 residentes (26%) y 16 de los 73 miembros del personal (22%) se infectaron por el virus del SARS-CoV-2. Los residentes infectados eran mayores, con una edad media de 91 años, que los no infectados, cuya edad media era de 87 años.
Doce de los 24 residentes infectados no habían sido completamente vacunados. Ningún miembro del personal infectado había sido vacunado. El análisis mostró que los residentes no vacunados tenían tres veces más probabilidades de desarrollar coronavirus que los que habían recibido dos dosis de la vacuna.
La eficacia estimada de la vacuna en los residentes ancianos fue del 68%. Esta cifra es inferior a la comunicada anteriormente.
Las infecciones parecen haber sido más leves entre los residentes vacunados, sin casos graves. En cambio, hubo tres pacientes graves entre los residentes que no habían sido vacunados. La secuenciación genética mostró que el brote se debió a la cepa Alpha, que era la dominante en Francia en ese momento.
Los autores del estudio afirman que los resultados demuestran que el covid-19 puede seguir siendo una amenaza en los centros de cuidados de larga duración, especialmente en los que tienen residentes de edad avanzada, y que es esencial contar con altas tasas de vacunación.
El doctor Martinot añade que la inmunosenescencia (debilitamiento del sistema inmunitario relacionado con la edad) significa que los ancianos pueden seguir corriendo el riesgo de contraer la enfermedad, incluso cuando están totalmente vacunados.
"Este brote pone de manifiesto la necesidad de elevar las tasas de vacunación de los residentes y el personal sanitario de los centros de cuidados de larga duración y otros centros que aceptan pacientes de edad avanzada y con múltiples enfermedades subyacentes", subraya.
Según asegura, "la inmunización contra el covid-19, aunque es muy protectora -los residentes tenían tres veces menos probabilidades de desarrollarlo cuando estaban totalmente vacunados- parece ser un poco menos eficaz en nuestros pacientes de mayor edad. Por lo tanto, es importante lograr la mayor tasa de vacunación para prevenir brotes y proteger a los residentes y al personal sanitario".