La Dirección General de Tráfico (DGT) intensificará esta semana los controles de los autobuses escolares, un tipo de transporte que utilizan cada día en España más de 600.000 alumnos para desplazarse a sus centros educativos y cuyas cifras de siniestralidad reflejan que es un sector seguro.
Entre otros aspectos, los agentes verificarán el uso del cinturón de seguridad, la velocidad, el consumo de alcohol y drogas por parte de los conductores y las autorizaciones y documentos para la prestación del servicio.
La campaña se llevará a cabo entre este lunes y el viernes por agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y policías locales de aquellos municipios que decidan sumarse a la misma.
Los agentes verificarán que las condiciones técnicas y los elementos de seguridad del vehículo son los que exige la normativa, así como los requisitos especiales que debe cumplir el propio conductor.
La DGT recuerda que desde el 20 de octubre de 2007, los autobuses que se matriculan deben llevar obligatoriamente instalados sistemas de retención.
Advierte de que la velocidad inadecuada y las distracciones son las principales causas de los accidentes en los que están implicados este tipo de vehículos, por lo que se controlará especialmente que se circula a la velocidad permitida y que no se hace uso del teléfono móvil u otros aparatos que supongan distracción. También se realizarán controles de alcohol y otras drogas entre los conductores.
Además, debido a la importancia que tiene el cinturón de seguridad en caso de accidente, se prestará especial atención a su uso en aquellos autobuses escolares que los lleven instalados.
El 90 por ciento de los accidentes que se producen durante el transporte escolar tiene lugar en el momento de subir o bajar del vehículo o en los instantes inmediatos y, en muchos casos, se trata de atropellos causados por una distracción, ya sea del menor, del conductor del transporte escolar o de los padres.
Para evitar este tipo de accidente se recomienda a los padres respetar las paradas, ir con tiempo suficiente y no esperar a los niños al otro lado de la calzada.
Además, la DGT sugiere no pararse detrás del autobús, esperar a la señal del conductor y cruzar siempre al menos tres metros por delante; dentro del autobús hay que mantenerse sentado y con el cinturón puesto, no correr ni al llegar ni al salir, y obedecer al conductor y al monitor.
La DGT destaca por otro lado que crear caminos escolares seguros que faciliten el desplazamiento a la escuela andando, en bicicleta o en transporte público es uno de los objetivos de la Estrategia Española de Seguridad Vial 2011-2020.
Este es también el propósito de la DGT que, a través del proyecto Camino Escolar Seguro, pone a disposición de padres, alumnos, colegios y ayuntamientos no solo recursos educativos sino iniciativas para poder realizar los desplazamientos de ida y vuelta al colegio a pie, en bici o en transporte público.
Explica que un camino escolar seguro debe tener aceras amplias, con semáforos que duren lo suficiente para que a los niños les dé tiempo a pasar, una parada donde los padres dejen a los niños y desde ahí, con un adulto, vayan andando al colegio.
Además, prohibición de aparcar a la entrada y salida del colegio, evitando así aglomeraciones; velocidad máxima de 30 kilómetros por hora indicada mediante señalización, aparcamiento para bicicletas y Policía para regular la entrada al colegio.