La erupción del volcán en La Palmavolcán La Palma está causando verdaderos estragos en la isla. La lava ha destruido cerca de 600 edificaciones y ha afectado a casi 700. La semana pasada se podían observar algunas viviendas aisladas que se habían salvado incomprensiblemente, y fueron denominadas casas 'milagro'. Entre los vecinos 'afortunados' se encontraba Toribio León, el propietario de una casa pintada de azul, a la que la colada perdonó la vida en los primeros días de erupción.
El hombre, a pesar de que los cimientos seguían en pie, era consciente de que todo el área estaba enterrada por la lava y que su vivienda corría peligro. El lunes guardaba alguna esperanza, pero este mismo martes se ha conocido que su casa ha sido finalmente arrasada por la lava de la nueva lengua que apareció durante la madrugada.
"Nunca he pensado que fuera un milagro, pudo ser por la orografía del terreno. Ya con la nueva colada que pasó anoche la tapó de lava. Se ha quedado toda mi vida allí. Tampoco me gustaba verla ahí, para qué. Prefería que el volcán la tapara. Es muy duro, ahí crié a mis hijas, un sitio donde estar", ha señalado este martes Toribio a Cuatro al día.
La situación de este vecino muestra la gravedad de lo que se está viviendo en La Palma. "Hay gente que tiene niños que está peor que yo". Toribio vio la velocidad de la lava por la ladera, y dejó su vida allí. "No estoy aquí para dar pena, sino para apoyar a la gente que lo está pasando mal, la gente que no tenía las casas legalizadas que se van a basar en eso para no darles nada. A los agricultores, a la gente que se va a quedar en paro. Yo me temo lo peor. Ahora tenemos apoyos, pero lo que necesitamos cuando pase esto es que nos ayuden de verdad con ayudas económicas, al que tenga casa legal o no y que las ayudas lleguen de verdad". Aquí estuvo el Rey y el presidente del Gobierno como con el incendio de Fuencaliente y mucha gente no recibió nada.
Toribio era luchador canario, y tenía un dinero que no se hace trabajando. "Nosotros ahora estamos en una zona de guerra. Nos vamos a quedar igual que después de una guerra. La zona que tenía turismo, la zona que tenía plátanos, todo eso va a quedar inutilizado ¿De qué vivimos? ¿Del aire? Necesitamos que nos ayuden de verdad", ha precisado Toribio. "Si no se involucra Europa y de verdad, aquí pasamos hambre, el trabajo se va a acabar. Nos quedamos parados".
Su domicilio se encontraba en una finca de 2.800 metros cuadrados, donde él mismo había construido su casa con jardines, piscina, y tres pequeños apartamentos -que tenía para disfrute su exmujer y sus dos hijas-. Según explica, pudo construir su casa gracias al dinero que ganó cuando se dedicaba a la lucha canaria. Desde hace muchos años, no obstante, su profesión siempre fue la de carpintero.
El estallido del volcán le pilló de imprevisto, cuando estaba dentro de su casa, y aunque la desalojó rápidamente, pudo ver como la lava impactaba en una de las paredes laterales, hecha a base de madera. Toribio vivía a solo 500 metros del volcán y presenció en primera persona la angustia de numerosos vecinos.
Lo primero que hizo fue avisar a su pareja Karin, que vivía a menos de 200 metros del volcán. "Llamé a mi pareja y le dije, 'oye, que esto se está moviendo'", detalla el hombre, que insistió posteriormente a su pareja en que "tenía que salir de allí corriendo" porque "lo tenía encima".
"Karin vino corriendo a mi casa y enseguida nos desalojaron, no nos dio tiempo a sacar nada, solo a mis tres perros, porque la lava ya chocaba con la pared", recordaba Toribio, en declaraciones a Nius. La casa de su novia no sobrevivió. Pero sus hijas, que viven en otra zona, sí han podido salvar sus pisos alquilados.
Toribio se encuentra ahora con su pareja realojado en "una cuadra de caballos" que tenían "abandonada" en la zona de Los Palomares, Los Llanos de Aridane, y les han prestado "algo de ropa y comida". El hombre llevaba los últimos 35 años residiendo en el terreno que quedó arrasado. Lo había heredado cuando falleció su padre.
Toribio no entiende como su casa pudo salvarse inicialmente, ya que las de sus vecinos no corrieron la misma suerte. "Fue muy raro lo que hizo la lava, porque mi huerta es plana y lo normal es que la hubiera arrollado, pero se fue por los laterales, no me explico por qué se tragó casas que estaban a solo 100 metros de distancia y no la mía", decía el hombre este lunes.
El dueño de la casa 'milagro' sufrió la erupción de otro volcán de la isla, el Teneguía (1971), cuando tenía 11 años, pero este no llegó a afectar a su familia. "Todos estos terrenos son heredados de padres a hijos, que nos buscábamos la vida como podíamos. Aunque estés debajo de un volcán, nunca vives con inquietud de que pueda entrar en erupción, sabes que estás en una zona volcánica pero nunca piensas que te vaya a pasar, porque la zona más peligrosa es Fuentecaliente", comentaba sobre el sur de la isla, en alerta por la fuerte actividad sísmica.
Ahora, todos los vecinos que se ven en esta tesitura dependen de las ayudas del Gobierno, que prevé conceder 10,5 millones de euros a los afectados por el volcán. "Nunca me va a compensar lo que a mí me ha costado eso, lo que me ha quitado el volcán no me lo van a poder devolver, pero al menos, que podamos salir adelante", comentaba Toribio cuando aún no sabía si podría volver.
"Lo que más duele es el futuro de tus hijos. Después de tantos años de lucha en la vida y en el deporte, pensando que van a tener algo y te puedes ir al otro lado tranquilo, y ves que al final no va a ser así", concluye el hombre. Una realidad que pone de manifiesto el drama en La Palma.