Propietarios de apartamentos turísticos de la localidad de Tazacorte, en La Palma, en un gesto de gran solidaridad, han cedido de forma altruista las viviendas de alquiler vacacional a muchas de las familias afectadas por la lava. Personas a las que el volcán les ha arrebatado el techo y todo lo que tenían.
En una de las calles del centro de Tazacorte, más del 45% de los apartamentos son viviendas de alquiler vacacional. Al no haber turistas, lo que han hecho los propietarios, el 100%, es prestarlas a las familias que lo han perdido todo. Remedios, con tres hijos y una madre impedida, ha encontrado un alojamiento gracias a ellos. Salió con lo puesto tras la erupción y no podrá volver nunca a su casa.
La nueva casa de Remedios es un apartamento turistico: 60 metros que comparte con su madre y sus tres hijos gracias a la solidaridad de un empresario. "Me siento feliz, por lo menos puedo estar con ellos", cuenta la mujer afectada por el volcán.
Está agradecida, pero aún noqueada por la erupción. Pasó "mucho miedo", vivía a menos de un kilómetro del volcán de Cumbre Vieja. "Metí a mi madre y a mis hijos en el coche, gritando 'ya estalló'", cuenta. Sin saberlo, abandonaba para siempre una amplia casa que perteneció a su familia desde generaciones.
"He tenido esperanza, hasta que vi la foto que mostraba mi casa justo siendo arrasada por la lava del volcán. Se subía por encima del tejado de mi casa", cuenta Remedios. "No pude coger ni una triste foto de los niños, nada", cuenta.
El futuro de sus hijos es lo que más le preocupa. "¿Cómo puedes tú sin nada sacar a estos niños adelante y que estudien una carrera", subraya la mujer. Pero, a sus 87 años, Genoveva, madre de Remedios, los anima a mirar al futuro. Con tres erupciones a sus espaldas, sabe que rendirse no es una opción.