"Me dijeron que me veían mal y que necesitaba descansar. Yo me negué pero ellos insistieron. Me llevaron un poco forzosamente pero yo pensaba que era por mi bien. Me estiro e intento dormir, pero no puedo. El chico que me acompañó entonces entra y empieza a tocarme, me desnuda y me toca. Luego se pone encima y me penetra vaginalmente. Le hago entender de todas las formas que puedo, que no quiero. Intento levantarme, chillar. Nadie viene. Yo no podía moverme apenas porque estaba encima mío. Cuando acaba se va y entra otro. El otro dudó pero si que me tocó, quería besarme y que yo le tocara. Le dije que no. Se va y entran tercera y cuarta persona. Me tocaron y besaron. Se pusieron encima y me penetraron".
Son las palabras de la víctima de la presunta segunda manada de Manresa. Y su testimonio no queda ahí. "Es posible que no dijera la palabra no, pero yo me los intentaba quitar de encima, chillaba y gritaba pero nadie entraba. Pensé en levantarme e irme pero me daba miedo porque en el comedor había muchas personas". Es el estremecedor relato de la víctima de la presunta segunda manada de Manresa.
Las dos doctoras que atendieron a la chica que denunció una agresión sexual múltiple en el caso conocido como la segunda manada de Manresa han explicado este viernes que ella les contó que la habían forzado a tener relaciones sexuales no consentidas, que encontraron su "relato coherente" y que tenía heridas recientes.
La doctora del hospital donde acudió de urgencias y la médica forense, que también la atendió esa noche, han declarado como peritos en el segundo día de juicio en la Audiencia de Barcelona, del que aún falta por celebrar una tercera jornada en la que están previstos los interrogatorios a los cuatro acusados. Respecto a los indicios que se encontraron en el lugar, una forense ha explicado que había ADN de cuatro hombres pero solo se ha confirmado que haya el de dos de los acusados.
Elisa Micciola, psicóloga del Colegio de Psicólogos de Cataluña reconoce que el sufrimiento de las víctimas de agresiones sexuales no deja de acompañarlas en sus vidas y que las víctimas de agresiones sexuales dejen de salir, de relaciones o de ir a la escuela. El mundo para ellas se han convertido en un lugar que no es seguro.
Sandra Rosa, Psicóloga de la Asociación "Redime" señala que el trauma queda porque estamos ante el daño máximos que se puede hacer a un cuerpo humano porque te maltrata en todos los sentidos de tu ser, social, laboral y familiar. Un terror que las obliga a estar en estado de alerta constantemente, "secuestradas por el miedo".
Inmaculada Araujo, Psicóloga de la Asociación "Alborada" reconoce que chicas que han pasado por casos similares siguen "arrastrando secuelas muchos años más tarde porque algo se ha roto, se ha generado una desconfianza, que genera dificultades". Chicas que empezaban a descubrir la sexualidad y se encontraron con una pesadilla.
El resto de las declaraciones de la joven confirma todas estas tesis y es escalofriante. "He engordado 40 kilos por la ansiedad que tengo que me hace estar en mi habitación sin poder salir. No tengo contacto con mis amistades, tengo muchos ataques de pánico, recuerdo constantemente lo que me pasó. Tengo fobia a los hombres, incluso con familiares que son hombres".
Este viernes también ha declarado un testigo, sobrino de uno de los acusados y que la noche del 13 de julio de 2019 estuvo en el piso donde la chica fue violada por turnos y al que había ido invitada por un grupo que conoció en la calle, según declaró ella misma.
El testigo ha empezado afirmando que cuando llegó al piso solo encontró a su tío durmiendo y que no había nadie más, pero la fiscal ha criticado que, en cambio, en la fase de instrucción declaró que al llegar se había encontrado una fiesta con varias personas, entre ellos una chica a la que más tarde vio entrar a una habitación con un chico y que después los vio a los dos desnudos en el dormitorio.
Tras este aviso de la fiscal, el tribunal ha leído la declaración del testigo en instrucción, y después de esto el chico ha admitido que había "mucha gente" en el piso cuando llegó, pero ha dicho que no recuerda si vio a la chica entrar en la habitación ni con quién.