Contactó con Jorge Palma en Internet. Le había preguntado si tomaba cocaína y ella contestó que la había probado. No imaginaba lo que iba a ocurrirle en la cita. “Empezó a insistirme bastante porque me hiciera... Pero insistía muchísimo. Venga y venga y venga...”. ¿Solo cocaína? Se los pregunta nuestro compañero Carlos Plá que la entrevista. “Si sí. Piensan que lo haga aposta para llevarte a ese estado y violarte Esta es la tesis de la investigación, centrada en saber si la muerte de Marta Calvo responde al 'modus operandi' de un criminal que intoxica a las mujeres para someterlas.
La joven añade. “Muy persistente, muy violento, muy brusco... Y con la mano, con el dedo. Pero él no toma nada. Y en la boca también te pone”. Le pone droga por todas partes. La obliga a seguir consumiendo. Pero Jorge Palma no se droga, solo bebe agua. Tiene todo muy calculado. “Y cuando me desperté, no sabía ni quién era él. Me desperté aturdida. Me vi un poco en plan acorralada”.
Jorge la duchó, con meticulosidad. Para borrarle todas las huellas. Y de hecho ella tuvo que llamarle días después exigiendo una explicación. Hay otra joven de edad similar que ha denunciado ser su víctima. Y podría haber más. “Cuando le vi la cara (en televisión) y me volvió todo esto pensé, bueno necesito contar que este tío ya lo había hecho antes e iba sabiendo lo que había, que no fue un accidente”.
El accidente es lo que esgrimió Jorge Palma después de estar huido y presentarse voluntariamente por consejo de su madre, que viajó a Valencia tras la muerte de Marta. Jorge se presentó en el cuartel de Carcaixent de madrugada, pero no asumió la muerte de Marta. Nunca dijo que la había asesinado, ni matado. Lo único que reconoció fue haberla descuartizado. Después añadiría todos los detalles que está corroborando la investigación. Para no se acusado por dejar a Marta agonizar, explicó que se durmió y al despertar ya estaba fallecida.
Contó una “fiesta blanca” en la que Marta él habían tenido relaciones sexuales con la cocaína por medio. Dio detalles que sabía bien porque otra mujer, prostituta, falleció en idénticas circunstancias en abril. La autopsia reveló sobredosis, Jorge quedó fichado en una cámara cuando salía apresurado del piso. Pero el caso se archivó, hasta hoy. Las otras amigas le vieron. Esa mujer, de origen brasileño no es la única pero sí la que ha utilizado él para justificarse. De hecho no saben si con Marta ocurrió de verdad o él ha utilizado el antecedente en su beneficio porque lo vio publicado cuando estaba pensando en entregarse.
Con lo que no contaba Jorge es con que lo relacionaran con otros casos de mujeres fallecidas por sobredosis. La tercera muerta por sobredosis se ha confirmado ahora, una colombiana que murió sola. Jorge se llevó el móvil de ella pensando que borraba su pista, pero los mensajes que habían intercambiado se quedaron en otro teléfono que encontró la policía. Ahora revisan otros casos, y no solo en Valencia. La policía lleva una investigación y la Guardia Civil otra.
Los investigadores de la UCO se han unido a los de la policía judicial de Valencia para unificar criterios e investigar la muerte de Marta Calvo y la desaparición de Wafa, por su edad 19 años y porque quedó con alguien por internet, muy cerca de la vivienda del sospechoso. Casualmente la chica pudo desaparecer en el mismo pueblo. La madre de Wafa reconoció en la denuncia que no veía a su hija desde finales de octubre, que su hija entraba y salía de casa y por motivos de trabajo no tenía un sitio fijo. La última vez le dijo que se marchaba a Carcaixent.
Después de eso un hombre denunció que desde el 17 de noviembre, Wafa no había vuelto a su piso. Las redes sociales de la joven han podido tener actividad posteriormente. En los primeros momentos no se vinculaba la desaparición de Wafa con la de Marta porque parecía impensable que Jorge descuartizara a Marta tras su muerte el 7 de noviembre y diez días después estuviera quedando con otra chica, en plena huida cuando ya se sabía buscado. Jorge Palma, según las investigaciones, estuvo escondido en Valencia desde que le llevó su coche a una amigo del Puig y regresó a la ciudad en el vehículo de otro hombre que declaró ante la Guardia Civil.