Miles de personas han salido a la calle en Cádiz en apoyo a los trabajadores del metal, que se mantienen en huelga indefinida en su octava jornada consecutiva de protestas tras acabar sin acuerdo el tercer intento negociador; un nuevo fracaso con la tensión en aumento.
La gran manifestación en apoyo al sector, que ha contado con una significativa presencia de los más jóvenes, –los estudiantes–, ha finalizado con graves disturbios: una lluvia de botellas ha caído sobre los antidisturbios, que han respondido disparando pelotas de goma y lanzando botes de humo para dispersar a los manifestantes.
La tensión ha saltado por los aires tras separarse un grupo de la manifestación para cortar el puente de Carranza al grito de “¡Estas son nuestras armas!”, con las manos arriba, enseñando las palmas. Entonces comenzaron las cargas, con pelotas de goma, mientras algunos manifestantes volcaron contenedores lanzando todo tipo de objetos.
Con botes de humo, los agentes intentaron que retrocediesen, y en un primer momento lo consiguieron, pero la tensión de nuevo se volvió a disparar con los manifestantes volviendo a la carga con una lluvia de botellas; un campo de batalla que al final los agentes lograron controlar, y sin ayuda de la tanqueta, un blindado heredado del Ejército que se usa para retirar barricadas y que ha generado malestar entre los socios del Gobierno.
Yolanda Díaz, ministra de Trabajo y Economía Social y vicepresidenta segunda del Gobierno, pidió ayer al ministro del Interior que retirara la tanqueta: “Estamos hablando de trabajadores que no son delincuentes, sino que están legítimamente defendiendo sus derechos”.
Mientras, desde el Ejecutivo respaldan la acción policial: “Siempre respetamos su trabajo entendiendo que lo hacen con la ponderación necesaria”, ha dicho Isabel Rodríguez, portavoz del Gobierno.
En la misma línea, el Ministerio del Interior ha defendido que los mandos de la Policía recurran por "criterios operativos" a la tanqueta, el vehículo BMR (Blindado de Medios sobre Ruedas) usado para despejar la vía ante la colocación de barricadas y también para cerrar el paso a la circulación.
Tras las imágenes del lunes en las que se pudo ver a este vehículo, Unidas Podemos ha solicitado explicaciones, con fuentes de Interior señalando que se trata de un recurso habitual de estas unidades especializadas que se activa según el criterio de los jefes policiales al frente de los operativos. Estos mandos, han señalado estas fuentes, citadas por Europa Press, también pueden autorizar otros elementos disuasorios como escopetas para disparar salvas al aire, "según el criterio de proporcionalidad aplicado en cada momento".
La respuesta, no obstante, no convence a los socios de gobierno, tal como ha subrayado el portavoz adjunto de Unidas Podemos en el Congreso, Enrique Santiago, quien directamente ha denunciado el “uso desproporcionado” de la fuerza por parte de las fuerzas del orden.
“El uso desproporcionado de la fuerza contra trabajadores en lucha por empleo, dignidad y futuro para Cádiz es inaceptable”, ha dicho.
Mientras, otros políticos como Íñigo Errejón, líder de Más País, ha exigido el “cese de la represión”, señalando que la imagen de la tanqueta en Cádiz perseguirá al Gobierno toda la legislatura: "Cuando bajen a Cádiz lo hagan sin tanquetas ni pelotas de goma y lo hagan con un plan de reindustrialización debajo del brazo", ha denunciado.
Mientras, las negociaciones para renovar el convenio de los trabajadores del metal siguen estancadas. Ayer no llegaron a ningún acuerdo y hoy no ha habido conversación, aunque para mañana miércoles está planificada una reunión a las 11 de la mañana.
Los sindicatos volvieron a rechazar el lunes la propuesta de la patronal de incorporar en el convenio colectivo subidas anuales del 2% en 2021, 2022 y 2023 por considerarlas "insuficientes".
El secretario general de FICA UGT Cádiz, Antonio Montoro, lamentó que en la última reunión la patronal "no se ha movido en sus posiciones desde su última oferta" y la acusó de querer "desgastar" a los manifestantes y de "reírse de la Junta y de los trabajadores".
El representante sindical, además, ha criticado con dureza la actuación policial y el despliegue el lunes de la tanqueta en la barriada de Río San Pedro. "Estamos siendo coaccionados por la Policía en los centros de trabajo, no dejando llegar a los piquetes", ha censurado.
Mientras, el foco del conflicto sigue centrado en la renovación del convenio colectivo, cumplido desde diciembre del pasado año. Para la patronal, las subidas del 2, 2,5 y 3% que piden los representantes de los trabajadores, además de la rebaja de cuatro horas de trabajo cada año, conllevarían "la desaparición de la industria gaditana, que tendría que competir con la de otras provincias que parten de una situación más ventajosa".
Tras no alcanzarse un acuerdo entre las partes en el tercer intento negociador, la Bahía de Cádiz daba paso a esta octava jornada de huelga de los más de 20.000 trabajadores del sector del metal.
La gran manifestación de este martes por las calles de la capital ha coincidido, además, con la convocatoria de una huelga general de estudiantes a partir del tercer curso de Educación Secundaria Obligatoria (ESO).