La pandemia del coronavirus ha impuesto nuevas formas de vida para millones de personas, que se han visto obligadas a adaptarse a las condiciones de la cuarentena. Unas lo afrontan en soledad, otras lidian con el teletrabajo rodeados de una familia numerosa y otras tienen a algún familiar en la UCI o lo han perdido, pero para todos hay motivos de preocupación, nerviosismo, ansiedad o incluso rabia. El Ministerio de Sanidad ha divulgado unas nuevas recomendaciones para enfrentarse al aislamiento en casa:
Cuando se pierde a un familiar en estas circunstancias confluyen dolor, impotencia, frustración y rabia. Lo más adecuado en estos casos es dejar salir el dolor, soltarlo, compartirlo con los seres más cercanos, llorar, ponerlo por escrito o gritarlo, tantos días como haga falta.
Es muy natural sentir culpabilidad por no haber podido acompañar a ese ser querido en sus peores momentos, incluso sabiendo que se estaban cumpliendo las normas para evitar más contagios. Es recomendable repasar los momentos más reseñables de nuestra relación con esa persona, los momentos de dificultad compartidos, las dificultades sobrepuestas, y no quedarse con ese último momento de toda una vida. Cuando todo esto pase, se le podrá hacer la despedida que a ese ser querido le hubiera gustado, por el momento se le debe honrar en la intimidad y desde el corazón.
Cuando nos inunda la tristeza por la desaparición de un allegado, puede ayudar pensar que esa persona ya se ha liberado de esa situación y ya no la padece. Vale la pena decirse a uno mismo que nuestro ser querido no permitiría que nos abandonásemos ante el desánimo. Que debemos seguir adelante y que podemos dejarnos cuidar, pedir lo que necesitamos a familiares, amigos o vecinos a través de videollamadas.
El alcohol siempre tiene efectos negativos sobre la salud. Si no lo consumes habitualmente, sigue así, pero si eres bebedor frecuente intenta reducir su consumo durante este tiempo de cuarentena. Sustitúyelo por otras bebidas de la despensa. Si el aislamiento te genera ansiedad, el alcohol no es una buena solución. Es mejor que lo hables con tus familiares o amigos, o que contactes con tu profesional sanitario de referencia.
El consumo elevado de alcohol puede modificar tu comportamiento y ponerte en peligro de contagio, a ti y a los que te rodean. Y si estás embarazada o piensas que puedes estarlo, cuídate y no bebas.
Durante el confinamiento no podemos salir a la calle a hacer deporte, pero el hogar también ofrece sus posibilidades para mantenerse físicamente activos. Utiliza varios momentos del día para ponerte en movimiento: haz estiramientos, flexiones, baila, realiza las tareas de limpieza del hogar, ordena armarios, etc.
No permanezcas más de dos horas sentado, incluso si estás teletrabajando. Si tienes que salir a la calle para hacer alguna de las actividades permitidas por el estado de alarma (ir al supermercado, a la farmacia o al centro de salud) y te es posible, utiliza medios de movilidad activos (andando o en bici) y las escaleras en vez del ascensor.
Si tienes niños, ponles música para que bailen, idea juegos como el escondite inglés o la estatuas, e involúcrales en las tareas domésticas.
Es muy recomendable seguir una alimentación equilibrada que incluya fruta y verdura a diario. En la medida de lo posible hay que evitar los alimentos procesados y los productos con azúcares añadidos y grasas. Hay que procurar el consumo de legumbres, huevos, arroz, pata y pan integrales.
También es aconsejable evitar las bebidas azucaradas y las energéticas. Siempre que se tenga sed es mejor optar por el agua. Y si tienes más hambre de la habitual, haz tentempiés saludables: zanahorias, frutos secos no fritos, cereales y fruta.
Aunque creas que no es el mejor momento para dejar de fumar, piensa que los beneficios son muchos. Y si ya lo dejaste no caigas en la tentación de volver porque fue la mejor decisión que has tomado por tu salud. En cualquier caso, si vas a fumar, intenta hacerlo lo menos posible. Sal a la ventana o al balcón, y ventila bien la casa. Si convives con niños, lávate las manos después y cámbiate de ropa.
No hay que olvidar que el consumo de tabaco empeora el curso de las enfermedades respiratorias, como es la enfermedad del COVID-19.