La ropa también es fundamental para combatir los efectos del calor. Hay muchos mitos sobre la vestimenta y los colores pero también se ha avanzado mucho en los tejidos.
Con este calor lo de vestirse cada día y no equivocarse tiene mérito. En cuanto a los tejidos es mejor el algodón, el lino, el rizo, o el tencel. Y en cuanto a las tonalidades de la ropa, se aconsejan los colores claros. Aunque si la ropa es oscura y holgada también absorberá el calor de nuestro cuerpo. En el Instituto tecnológico textil de Alcoy ponen a prueba miles de tejidos para así saber por ejemplo si nuestra camiseta transpira adecuadamente, gracias a unos maniquíes que realizan un movimiento imitando a un humano caminando, gracias a los que miden las temperaturas que se alcanzan con esa prenda, y la capacidad que tienen las prendas de evacuar el sudor.
O para saber si resisten los rayos ultravioletas, es decir, cuánto te protege del sol.
Este estudio se realiza cuando la prenda es tanto nueva como vieja. Algo fundamental con la tela de un toldo.
A la hora de trabajar al aire libre, de hacer deporte, es importante la ropa pero no menos las gafas de sol. La exposición al sol daña nuestros ojos y puede dar lugar a cataratas o lesiones corneales, nos cuenta Antonio Piñero Bustamante, Vicepresidente de la Sociedad Española de Oftalmología.
Así que la próxima vez, no las olvide.