Las investigaciones sobre el caso de Esther López, la joven que fue hallada muerta en una cuneta de Traspinedo, continúan. La autopsia ha revelado que Esther murió de hipotermia. Óscar, su amigo y principal sospechoso, está en el punto de mira de los investigadores. El último informe tecnológico señala que el móvil de Esther podría haber estado en su casa, ya que tanto su móvil como el de Óscar se desconectaron al mismo tiempo.
Óscar ha asegurado a la Guardia Civil que es imposible que el teléfono de Esther López estuviera en su casa hasta las 6 de la mañana que se apagó, pero el último informe tecnológico aportado a la jueza así lo sugiere.
Además, han podido cruzar los datos del ordenador del coche de Óscar con su móvil y han descubierto que al día siguiente del crimen de Esther, se movía entre Valladolid y la casa de Traspinedo varia veces mientras apagaba su teléfono, lo ponía en modo avión o lo dejaba encendido en el lugar contrario al que estaba su coche.
El sospechoso asegura que es imposible que una cámara lo grabara lavando el vehículo ese día, y niega haberlo limpiado para borrar pruebas. Además, insiste en sus declaraciones en asegurar que Esther se bajó de su coche tras una discusión.
Sin embargo, los investigadores ahora han sabido por el teléfono de Esther que estuvo en la casa o muy cerca de la casa de Óscar cuando él asegura que había dejado a la joven en la carretera de madrugada. El móvil de la joven, según la investigación, se quedó sin batería a las 6 am en ese lugar.
En el sumario, el informe de autopsia confirma que los traumatismos son compatibles con un atropello pero no le causaron la muerte. Por lo tanto, Esther falleció de un shock y agonizó durante horas. Si el cuerpo fue trasladado a la cuneta donde lo encontraron fue en las horas cercanas a la muerte. Por la colocación del cuerpo, su teléfono y el bolso, otro informe sugiere que el cuerpo sí fue manipulado.
La cuneta sombría mantuvo el cuerpo de Esther en estado de congelación durante 23 días.