España, como todos los países miembros de la UE, administra desde el día 27 de diciembre la vacuna de Pfizer. En nuestro país, los primeros en ser vacunados contra el vacunados coronavirus . Todos ellos reciben la dosis de forma gratuita y voluntaria.
Los residentes y sus familiares son informados del proceso de vacunación y, deben firmar un consentimiento para que les puedan suministrar la dosis. Pero, ¿qué ocurre si llaman y rechazo la vacuna? ¿puedo hacerlo después o pierdo el derecho? Esta y otras dudas surgen a medida que avanza el plan en España y, desde Informativos Telecinco queremos arrojar algo de luz al asunto y dar respuesta a algunas de las principales preguntas.
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, preguntando en el primer día de la vacunación de España por qué es lo que tienen que hacer los ciudadanos para pedir su cita o para acudir a suministrarse su dosis. "Los ciudadanos tienen que seguir las instrucciones de las autoridades sanitarias. Van a recibir la citación en función del grupo de población de riesgo al que pertenezcan, siempre de acuerdo a los criterios del Grupo de Vacunación Covid que ha elaborado este plan de vacunación", dejaba claro el ministro.
El Servicio de Salud de cada Comunidad Autónoma contactará con las personas a las que va a vacunar, siguiendo el orden de priorización establecido. En un primer momento las vacunas solo estarán disponibles en los servicios de salud, donde serán administradas a los grupos prioritarios. Cada comunidad autónoma determinará el lugar o lugares de vacunación según las personas a vacunar.
En la primera etapa de vacunación, prevista hasta marzo de 2021, las vacunas están disponibles en menor cantidad, por lo que se vacunará a los siguientes grupos por orden: residentes y personal sanitario y sociosanitario que trabaja en residencias de personas mayores y de atención a grandes dependientes; personal de primera línea en el ámbito sanitario y sociosanitario; otro personal sanitario y sociosanitario (no incluido en el grupo anterior) que realiza actividades que exigen contacto estrecho con personas que pueden estar infectadas por SARS-CoV-2; y personas consideradas como grandes dependientes (grado III de dependencia, es decir, con necesidad de intensas medidas de apoyo) que no estén actualmente institucionalizadas.
No. Aunque el plan si contempla la apertura de un registro para conocer las razones del rechazo a la vacunación. "La vacuna saben ustedes que no es obligatoria, que es gratuita, que se administra desde la red pública, y lo que pido a los ciudadanos es que cuando sean citados acudan al centro de salud. Mi opinión es que vacunarse es positivo porque salva vidas. Es un acto que beneficia a la persona que se vacuna, pero también beneficia al colectivo, que es protegerse a uno mismo y protegerse a los demás. Pondremos toda la información posible para que todo el mundo resuelva sus dudas", apuntaba Salvador Illa en la rueda de prensa del primer día de vacunación.
El personal de Enfermería de las residencias avisa a las personas mayores de cuándo se pueden vacunar y estos deben firmar un consentimiento. También llaman a sus familiares que, si tiene a cargo a personas con dependencia, tienen que firmar su consentimiento.
En el caso de los trabajadores, si son de residencias públicas, les avisa normalmente el supervisor de área del centro y estos les comunican si están o no interesados. Si son de residencias privadas, les avisa la dirección y, posteriormente, la administración comunica a la Gerencia de Atención Primaria de la comunidad autónoma las personas que se van a vacunar.
Los hospitales, por su parte, son los que deciden quién se vacuna y, a través de los servicios de Riesgos Laborales o Medicina Preventiva mandan una carta con la cita a los sanitarios.
Los servicios de vacunación insistirán si la persona que se tiene que vacunar no coge el teléfono. Aún así, si crees que no te han llamado, puedes ponerte en contacto con la residencia o el hospital.
Si te han llamado y has rechazado vacunarte, no se elimina tu derecho. Puedes hacerlo aunque hayan pasado días o semanas.
Tendrás que comunicarlo para que te den otra cita.
Puedes haber firmado el consentimiento y rechazar vacunarte en el mismo momento de la vacunación.
Sí, es aconsejable, ya que se desconoce con exactitud cuánto va a durar la inmunidad adquirida.
La vacunas requieren de dos dosis inyectables en la parte superior del brazo con al menos 21 días de separación. El primer día de vacunación en España, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, especificó que todas las personas que hubiesen recibido su vacuna no estarán inmunizadas hasta dentro de 28 días ya que tendrán que recibir su segunda dosis: "21 días para recibir la dosis y 7 días más. 28 días todavía. Hay que ir con mucho cuidado. Todos tenemos ganas de que esto acabe, pero todavía quedan unos meses. Por tanto, máxima precaución, y una petición clara de no bajar la guardia". Por lo que la inmunidad se adquiere a los siete días después de la segunda dosis, es decir a los 28 días.
"Todo hace pensar que como mínimo va a durar un período de tiempo igual que el de la infección habitual. Es decir, ocho, diez o doce meses", asegura Benito Almirante, jefe de epidemiología del Hospital Vall d'Hebron.
Hay en diferentes comunidades autónomas como la Comunidad de Madrid en las que se está facilitando un consentimiento a todas las personas que se vacunen del covid. En este informe se advierte que, como el resto de medicamentos, "puede producir algunos efectos secundarios". Entre las reacciones adversas más frecuentes están el dolor en el lugar de la inyección, fatiga, dolor de cabeza, mialgia, escalofríos, artralgia y fiebre, se indica en el documento elaborado por la Consejería de Sanidad.
"Son generalmente de intensidad leve o moderada y se resuelven a los pocos días de la vacunación", se precisa. Si es necesario, se pueden tomar analgésicos o antipiréticos como por ejemplo productos que contengan paracetamol. Además, se advierte de que la vacuna puede producir un síncope vasovagal, un desmayo.
La Consejería de Sanidad recuerda que la Comisión Europea, tras la evaluación realizada por la Agencia Europea del Medicamento, acredita "la seguridad y la eficacia" de al vacuna. Igualmente, señala que los ensayos clínicos en los que han participado decenas de miles de personas y los estudios disponibles han mostrado "una elevada protección frente a la enfermedad".
Además, desde el Ministerio de Sanidad, recuerdan que todos los medicamentos, incluidas las vacunas, pueden desencadenar reacciones adversas leves (como fiebre o dolor en el lugar de la inyección) o, con menor frecuencia, otras más graves (como encefalitis, vasculitis, neuralgia, etc.)
Los efectos adversos observados en los ensayos clínicos de las vacunas contra el COVID-19 se pueden consultar en el prospecto y la ficha técnica de la vacuna, que están disponibles en la web del Centro de Información online de Medicamentos Autorizados de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (CIMA).
Según informa Sanidad, hasta que una proporción importante de la población esté vacunada es vital que todas las personas, tanto las vacunadas como las no vacunadas, sigan manteniendo las medidas de prevención: usar mascarilla, lavarse frecuentemente las manos, mantener la distancia interpersonal, limitar el número de personas con las que nos relacionamos, elegir siempre que se pueda actividades al aire libre o en espacios bien ventilados, quedarse en casa si se tienen síntomas, se está esperando el resultado de una prueba diagnóstica o se ha tenido contacto con alguna persona con COVID-19.
El motivo para mantener las precauciones, incluso tras haber sido vacunados, es ayudar a proteger a los demás: cuantas más personas se vayan inmunizando, menor probabilidad habrá de que el resto de las personas, en particular las más vulnerables, padezcan una enfermedad grave cuando se expongan al virus, o al menos a altas cargas víricas.
No, por el momento las autoridades sanitarias solo recomiendan la vacuna para personas mayores de 16 años. Las razones detrás de esta realidad, que puede parecer injusta a primera vista, son de dos tipos: biológicas y coyunturales.
En el aspecto biológico, hay que tener en cuenta que el ser humano es uno de los mamíferos que nace más ‘inmaduro’. Esto quiere decir que algunos de nuestros órganos están todavía poco desarrollados cuando nacemos. Y entre los menos desarrollados se encuentra el timo, un pequeño órgano responsable de la producción de buena parte de las células del sistema inmunitario.
Solo cuando los niños cumplen entre 10 y 12 años se puede decir que su sistema inmunitario está completamente desarrollado, por eso no se les pueden administrar vacunas en el mismo formato que a los adultos. Sin embargo, solo se vacunará a los mayores de 16 años.
Según expone Sanidad, aunque no hay ninguna indicación de problemas de seguridad en la vacunación de embarazadas, no hay evidencia suficiente para recomendar su uso durante el embarazo. En términos generales, debe posponerse la vacunación de embarazadas hasta el final de la gestación. Si la embarazada tiene alto riesgo de exposición o alto riesgo de complicaciones, puede valorarse la vacunación de manera individualizada.
Tampoco hay datos sobre los posibles efectos de la vacuna durante la lactancia (ni sobre la producción de leche ni sobre el lactante), aunque teniendo en cuenta el tipo de vacuna actualmente autorizada (Comirnaty, de Pfizer/BioNTech) no se considera que suponga un riesgo para el lactante, por lo que en el caso de mujeres que amamantan y que tienen alto riesgo de exposición o alto riesgo de complicaciones puede valorarse la vacunación de manera individualizada.
Si en el momento de recibir la vacuna la mujer piensa que puede estar embarazada, puede retrasarse la vacunación.
En el caso de mujeres que planean quedarse embarazadas en el futuro, la vacuna frente al COVID-19 actualmente disponible es una vacuna de ARNm que no contiene virus vivos, por lo que es muy probable que no ocasione problemas en el feto ni en la embarazada. En cualquier caso, si se está planeando un embarazo, como medida de precaución, se pueden esperar 2 semanas tras la administración de la segunda dosis.
"Las personas en tratamiento crónico con anticoagulantes (como Sintrom y otros) que mantengan controlado y estable el indicador INR (Índice internacional normalizado), pueden recibir la vacunación intramuscular sin problema. En caso de duda debe consultar con el personal clínico responsable de su tratamiento", explica Sanidad.
La vacuna "solo está contraindicada en personas que hayan presentado una reacción anafiláctica a una dosis previa de vacuna frente a la COVID-19 o a alguno de los componentes de la vacuna. Puede consultarse la lista de ingredientes de Comirnaty, la vacuna de Pfizer/BioNTech, en el prospecto publicado en la web del Centro de Información online de Medicamentos de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios", detallan desde Sanidad, especificando que "en personas con alergias a otras vacunas o medicamentos con otros componentes diferentes no presentes en la vacuna COVID-19, no está contraindicada. Tampoco en personas con alergias alimentarias, a animales, insectos, alérgenos del ambiente, látex u otras alergias. En estas personas, es segura la administración de la vacuna y tras su administración debe observarse cualquier posible reacción durante al menos 15 minutos".
"Las personas inmunodeprimidas (incluyendo personas con el VIH, independientemente del recuento de CD4+) o en tratamiento inmunosupresor (incluyendo los corticoides que pueden utilizarse en el tratamiento de la COVID-19) pueden tener un riesgo aumentado de padecer COVID-19 grave y, aunque no hay datos definitivos sobre la seguridad y eficacia de la vacuna en esas personas, deben recibir la vacuna a menos que esté contraindicada. Por el momento, no se recomienda la interrupción del tratamiento inmunosupresor", señala Sanidad.
Finalmente en verano, se tendrá unas coberturas de vacunación cercanas al nivel de inmunidad colectiva que consigue cortar la trasmisión. Es decir, el próximo verano se espera que sea mucho mejor que el del 2020 pero no será igual que el del 2019. Además, expertos han avanzado que las Navidades del 2021 también serán distintas a las últimas.
Sanidad explica que la nueva cepa ha surgido por mutaciones puntuales en el genoma del virus, surgidas al azar en su multiplicación dentro de las células humanas. Estas mutaciones no afectan a la totalidad de la proteína S, por lo que es poco probable que la vacuna no sea efectiva. La vacuna estimula el sistema inmune para enfrentarse a diferentes puntos diana de la proteína S del virus, por lo que puede impedir su unión a los receptores a pesar de ciertas mutaciones.
Las vacunas se han probado en ensayos clínicos para medir la protección que proporcionan frente a la enfermedad con síntomas. No se conoce todavía si la vacunación impide que las personas vacunadas se infecten y, aunque no enfermen, puedan transmitir el virus a otras personas. Esto se irá conociendo a medida que se vaya vacunando a la población.
Teniendo en cuenta el número limitado de las mismas y su dificultad de manejo, Sanidad especifica que no será posible ofrecer la posibilidad de elección.