El Ayuntamiento de Zorita, en Badajoz, ha pedido prudencia y respeto ante las informaciones sobre el caso de Pablo Sierra, el joven desaparecido en Badajoz, tras encontrar su teléfono móvil con restos de sangre.
El chico, estudiante de Matemáticas y alojado en la residencia universitaria Rucab, fue visto por última vez en la calle Zurbarán de la capital pacense el jueves. Desde entonces han surgido todo tipo de informaciones sobre su posible paradero, y este viernes saltaron las alarmas tras publicarse varias noticias que anunciaban que se había encontrado el cadáver del joven.
El revuelo fue tal que la propia Delegación del Gobierno en Extremadura ha tenido que desmentir esta falsa noticia, al mismo tiempo que ha pedido respeto para la familia, según recoge el medio local Hoy: "El viernes por la noche vivimos un momento muy complicado, porque decían que había aparecido el cadáver de Pablo. Fue muy duro para nosotros", aseguró Juan Parejo, el concejal en el equipo de Gobierno.
La investigación, declarada secreta, indaga si la desaparición del joven se debió a circunstancias violentas o a un accidente. El teléfono móvil lo halló un militar que paseaba por la citada zona de Badajoz.
Durante tres días se peinó, con medios terrestres, acuáticos e incluso aéreos todo el tramo urbano del río. Luego se trasladó la búsqueda a otras zonas de la ciudad, como las inmediaciones de la residencia universitaria, La Luneta, el Fuerte de San Cristóbal o Suerte de Saavedra.
Pablo mide 1,75 centímetros de estatura, es de complexión atlética, tiene el pelo moreno con flequillo rizado y ojos marrones. En el momento de su desaparición vestía camisa azul, pantalón vaquero, chaqueta azul y zapatillas blancas.
Joaquín Amills, el portavoz de la familia del joven de 21 años, ha relatado que tropezó con otro chico y a este se le cayó el móvil. "Inmediatamente, Pablo dijo que no se preocupara, que perdonara, que se hacía cargo de la reparación, de cambiar la pantalla o de un dispositivo nuevo", ha explicado Amills, que ha asegurado que entre ambos hubo un trato "coloquial".
Fue entonces cuando se intercambiaron los números de teléfono y, según ha contado Amills, Pablo se fue con un amigo suyo que la acompañó un tramo del camino hasta que se despidieron y Pablo dijo que iba a coger un taxi.
Es ahí donde se le pierde la pista, ha trasladado el portavoz de la familia, que ha destacado que el móvil ha sido hallado en el camino opuesto hacia la residencia de Pablo.
Por su parte, el encargado del bar Botanic, el establecimiento en el que estuvo Pablo Sierra con sus amigos, ha asegurado que estuvo un par de horas hasta las 23,45 horas aproximadamente y que vio cómo Pablo se fue "calle abajo".
"Tuvo un pequeño problema con un chico en la puerta", ha deslizado coincidiendo con el relato de Amills y también ha señalado que se resolvió "amistosamente" y se dieron los teléfonos. "Sus amigos se quedaron dentro", ha afirmado el responsable del establecimiento, a la par que ha detallado que "tuvo un resbalón" en mitad de la calle, que se levantó y siguió con su camino.