Decenas de personas buscan en Badajoz a Pablo Sierra, el estudiante de medicina desaparecido la noche del pasado jueves. Están haciendo una labor muy ardua porque no hay pistas claras sobre el paradero del chico. “Cada vez es más complicado”, admite Jerónimo Hernández Sánchez, coordinador jefe de protección civil.
“Pensamos que el chico está vivo y trabajamos pensando en que está vivo”, ha afirmado Jerónimo Hernández Sánchez, coordinador jefe de la sección de protección civil del Ayuntamiento de Badajoz.
A Pablo Sierra, de 21 años, lo vieron por última vez en el centro de la ciudad de Badajoz, donde salió como hacen tantos universitarios de los jueves por la noche. Dijo que iba a coger el autobús para regresar a la residencia donde vive pero nunca llegó.
“Cada vez es más complicado porque no tenemos datos suficientes que nos digan donde ha estado de una manera veraz”, ha admitido el coordinador de Protección Civil.
La policía nacional, la Guardia Civil con perros especializados y los voluntarios de Cruz Roja no han dejado de buscar a Pablo Sierra desde el pasado viernes. Han recorrido cientos de kilómetros. Han rastreado la ribera del Guadiana y han barrido la ciudad de Badajoz sin éxito.
“Es complicado porque no lo encuentras. Tienes esa frustración de que va pasando el tiempo y no lo encuentras”, señala Hernández Sánchez que no pierde la esperanza de poder encontrarlo en un breve plazo.
Pablo Sierra tiene 21 años y estudia medicina en Badajoz, donde vive en una residencia universitaria junto a su hermano mellizo.
El joven mide 1,75 de estatura, es de complexión atlética, pelo moreno con flequillo rizado y ojos marrones. En el momento de su desaparición vestía en el momento de la desaparición camisa azul, pantalón vaquero, chaqueta azul y zapatillas blancas.