Su nombre es Christian B. y es el presunto asesino de Madeleine McCann. Tiene 43 años y está siendo investigado por Fiscalía de Braunschweig. Al parecer, el sospechoso habría fantaseado en varias ocasiones con el hecho de secuestrar y abusar de niños pequeños.
Así lo demuestran los documentos hallados a los que ha accedido Der Spiegel. Christian B. compartió a través de mensajes instantáneos con un conocido su necesidad y deseo de "cazar algo pequeño y utilizarlo durante días" y su tranquilidad dado que "luego se eliminan las pruebas".
Aunque actualmente se encuentra en una prisión alemana por tráfico de drogas, tras este hallazgo se le podrían atribuir otros actos similares sumados al del caso Madeleine. La pequeña desapareció en 2007, cuando solo tenía 3 años, en el Algarve. Al parecer, su presunto asesino ya acumula más antecedentes por abusos sexuales, especialmente contra menores.
Entre los otros casos por los que podría ser declarado culpable encontramos el de Inga, una niña alemana que desapareció con 5 años de edad en 2015.
El pasado jueves, la Fiscalía estableció que Madeleine habría muerto a manos de Christian B. Así lo demuestran las pruebas que confirman que estuvo presente en el momento y el lugar de los hechos. Una llamada captada por una antena le habría delatado. Además, en aquel entonces y desde 1995, vivía muy cerca de la zona.