Las principales ciudades de Pakistán han sido escenario este fin de semana de multitudinarias manifestaciones contra la violación grupal de una mujer y la posterior actitud de las autoridades, que culparon a la víctima de los hechos.
Miles de personas se han manifestado este sábado en varios puntos de la geografía pakistaní, como Lahore, Islamabad, Quetta, Karachi e Hyderabad para protestar contra la impunidad de las agresiones sexuales, el acoso, y para exigir justicia, después de que una mujer fuera violada este miércoles frente a sus hijos.
Las protestas se han desencadenado después de que el jefe de la Policía de Lahore, Umer Sheikh, responsabilizara a la víctima de su propia violación, alegando que no debió salir de casa por la noche y conducir por una carretera desierta.
El miércoles por la noche, en una carretera en la ciudad de Lahore, en el noreste del país, dos personas sacaron a una mujer y a sus hijos de su automóvil, la violaron y la robaron.
Las declaraciones de Sheikh han sido fuertemente criticadas por amplios sectores de la sociedad civil, política y cultural de Pakistán, que han exigido su destitución inmediata. Sin embargo, el Gobierno de la provincia de Punjab, de la que Lahore es la capital, no ha tomado ninguna decisión al respecto.
Shahbaz Gill, un alto funcionario del Gobierno, ha mostrado en su cuenta de Twitter las imágenes de los supuestos asaltantes y ha anunciado que esas "bestias" serán pronto arrestadas y castigadas.