Un agente de la Policía Nacional de Melilla ha salvado a dos niños pequeños y a su padre de morir ahogados en una playa de la ciudad autónoma. El agente estaba fuera de servicio en la playa con sus sobrinos.
El policía vio mientras sus sobrinos se bañaban en la playa de los Cárabos, que un hombre se metía en el agua a la carrera y vestido en la tarde del ayer domingo.
El agente se lanzó al agua al darse cuenta de que el hombre iba en busca de dos niños que necesitaban ayuda. Cuando llegó a la altura de los menores sacó de debajo del agua a un niño de unos cuatro años en una zona de gran profundidad.
También cogió a la hermana, de unos nueve años, y al padre. Ni el padre, ni los niños sabían nadar.
Con todos ellos agarrados y nadando de espaldas hacia la costa, a duras penas y al límite de sus fuerzas, el agente consiguió llegar a donde hacía pie. Con la ayuda en ese momento del socorrista sacaron a los tres del agua.
Enseguida fueron auxiliados por una enfermera y Protección Civil, que hicieron maniobras de reanimación a los dos menores. Habían tragado gran cantidad de agua pero pudieron recuperarse, "quedando todo en un tremendo susto que no pasó a mayores".