La planta de residuos de la localidad valenciana de Guadassuar, encargada de la gestión de los desechos de la comarca de La Ribera, ha inciado su actividad tras horas de búsqueda de restos de Marta Calvo. El hecho se produce después de que Jorge Ignacio P.J. haya confesado que descuartizó el cuerpo de Marta Calvo y lo echó en diferentes contenedores.
La realidad es que la entrega voluntaria y la confesión de Jorge ha sorprendido a todos. Cierto que estaba en busca y captura y que la presión ha podido ser insoportable, pero el hecho de que haya confesado el crimen y lo haya hecho con la crudeza que lo ha hecho, señalando no solo que acabó con la vida de Marta sino que la descuartizó colocando su cuerpo en distintos contenedores. De ahí el hecho de que en Guadassuar se pare el trabajo para comprobar si es factible encontrar pistas. El paso del tiempo juega en contra y más cuando en Guadassuar el deshecho es manual.
Los investigadores, pese a todo, piden prudencia porque la declaración debe ser refrendada por un abogado y ahora la prioridad es encontrar el cuerpo. Se preveé que en las próximas horas el asesino confeso de Marta Calvo pase a disposición judicial y que en los próximos días realice junto a los investigadores una reconstrucción de los hechos.
Hasta el día de hoy se había buscado a Marta Calvo y al principal sospechoso de su desaparición sin descanso. Un intenso operativo que en el que, en el caso de Marta, trabajan más de 150 efectivos. Una búsqueda que hasta el momento se ha centrado en el monte que se encuentra tras la vivienda de Jorge Ignacio P.J., y donde se ha prestado especial atención a pozos, arquetas, simas.
Los buzos han inspeccionado junto a los investigadores un río y dos pantanos. La unidad canina también se incorporó al operativo y por el aire, un helicóptero en busca de alguna pista sobre el paradero de Marta. Hace poco más de 24 horas se incorporó la Unidad Militar de Emergencia, ya que se temía que la DANA que azota el litoral borrase pistas del caso. Además, la unidad de criminalística, busca pistas en dos viviendas que tiene alquiladas el sospechoso. Especialmente, en la de Manuel, que se cree que fue el escenario del crimen.
Al que ha sido el principal sospechoso desde la desaparición también se le ha buscado sin descanso. Se barajaba la posibilidad de que hubiese abandonado el país o que estuviese en Badajoz o Mallorca, donde reside parte de su familia. Sin embargo, todo apunta a que no abandonó la zona del crimen, ahora tratan de esclarecer si algunos miembros de su familia le dieron cobertura.
Un operativo que comenzó cuando la madre de Marta denunció el pasado 9 de noviembre que su hija había desaparecido y que no tenía noticias de ella desde el jueves día 7. Tras 27 días se ha confirmado el peor de los desenlaces, un trágico final para Marta y su familia, que hoy llevaba su dolor desde la más estricta intimidad en el pueblo valenciano de Estivella, donde residía la joven de 25 años.