Jorge Ignacio P.J., sospechoso en el puesto de la Guardia Civil de Carcaixent, acorralado por los investigadores. Ha confesado que se deshizo del cuerpo de la joven de 25 años tirándola a varios contenedores tras descuartizarla.
El sospechoso de la desaparición de la joven valenciana estaba huido desde que la madre de la víctima para preguntar por ella. En ese momento él dijo no conocerla. Desde entonces, la Guardia Civil le estaba buscando.
Debido al cerco policial, el principal sospechoso, con antecedentes por tráfico de droga, se ha entregado en el puesto de la Guardia Civil de Carcaixent. Aunque inicialmente se ha negado a colaborar, después se ha autoinculpado y ha confesado que la descuartizó y se deshizo del cadáver de Marta Calvo, de solo 25 años, en un contenedor.
En todo este tiempo, los investigadores han registrado las dos viviendas. En una de ellas llegaron a levantar el suelo y en la segunda hallaron ropa con manchas que podrían ser de sangre. Las viviendas habían sido limpiadas minuciosamente, hecho que casaría con que lo hiciera para ocultar la supuesta atrocidad que habría cometido.
También su coche ha sido analizado después de que se lo diera a un amigo para que lo desguazara. Le dijo que había tenido un problema grave con el vehículo.
No obstante, los investigadores piden cautela porque la declaración de Jorge Ignacio tiene que ser refrendada con un abogado y porque la prioridad es encontrar el cuerpo de la joven.
La búsqueda de Marta Calvo, desaparecida el 7 de noviembre en Manuel, no tiene precedentes. La UME se ha unido en los últimos días a las labores de rastreo de los investigadores. Hay 150 profesionales buscándola.