La pandemia se ha cebado con una de las profesiones más atractivas del mundo y también de las mejores pagadas: pilotos de aviación. En un solo año y por culpa de la pandemia de coronavirus hemos pasado de necesitar a miles de estos profesionales por el bum del turismo a dejar en la calle a más del 50 por ciento de pilotos. Uno de ellos es el joven moscovita de 23 años, Román Savin, contratado por una aerolínea rusa que ha buscado trabajo como repartidor de comida para completar un salario muy mermado por la reducción de horas de vuelo.
Lo cuenta RT que relata cómo Savin ha pasado de volar unas 100 horas al mes a realizar solo 140 en lo que va del año y que para sobrevivir trabaja entre semana como agente de ventas en un taller de repuestos de aviación y los fines de semana reparte comida a domicilio.
Savin reside actualmente en Lituania, origen y destino de muchos de sus vuelos que suele documentar en sus redes sociales con impresionantes imágenes aéreas tomadas desde su privilegiado puesto en la cabina de control de estas grandes aeronaves de pasajeros, ahora reconvertidas en cargueros.
Según relata en una entrevista en el portal lituano de Bored Panda, recogido por RT, "sigo trabajando como piloto de aerolínea, ya que mi compañía todavía tiene algunos vuelos, la mayoría chárter, en realidad, y tengo un promedio de un vuelo al mes, lo que significa que dispongo de 30 días de sobra".
Su exposición a través de las redes también le ha costado criticas e insultos que Savin ha intentado minimizar y responder con imágenes de sus viajes porque, algunos comentarios lo han tachado de mentiroso e incluso de ser un stripper intentando hacerse famoso.