El pianista ciego Ignasi Cambra, que ha girado con su música por países de todo el mundo, ha reprochado a la compañía TAP AIR Portugal que lo "discriminara totalmente" el día 30 de diciembre al no dejarle subir a un avión con su perro guía por no haber avisado con 48 horas de antelación que viajaría con el animal.
Según ha explicado a través de las redes sociales y en un comunicado, Cambra quedó "encallado" unas horas en el aeropuerto de El Prat-Barcelona cuando la aerolínea "se negó a dejarme viajar con mi perro guía".
El músico comenta que había reservado el vuelo el miércoles por la noche e intentó enviar un formulario a su página web para comunicar que viajaba con un animal de servicio, "pero no funcionó".
"Así que -prosigue- fui al mostrador como siempre hago en una situación como esta y, simplemente, se negaron a llevarme con mi perro, porque dicen que no les informé con más de 48 horas de tiempo".
Sin embargo, el pianista se pregunta: "¿Cómo se supone que les tengo que avisar con 48 horas cuando reservé el vuelo la noche anterior? ¿Esto quiere decir que, como persona ciega que viaja con un perro guía, no tengo permiso para reservar un vuelo de última hora como todo el mundo?".
El músico intentó contactar por teléfono con el personal de la línea aérea portuguesa durante una hora "sin éxito". Finalmente, como un "favor", le dejaron subir a otro aeroplano, pero perdió su vuelo y no llegó a destino en Portugal hasta mediodía de ayer, viernes.
Entiende Cambra que "los pasajeros ciegos no son bienvenidos a bordo con un perro guía, a no ser que avisen a la compañía aérea al menos 48 horas antes del vuelo. Supongo que ¿les tengo que agradecer haber hecho una excepción a su regla?", se pregunta.
El pianista, que nunca antes había vivido una situación parecida, quiere con su denuncia pública que "esta situación no vuelva a repetirse nunca más".
El caso ha tenido ya repercusión en el país luso, puesto que la pianista Maria Joao Pires, considerada como una de las mejores pianistas vivas del mundo, retuiteó el texto de Cambra y algunos medios de comunicación portugueses se han hecho eco del mismo.