Diego, un niño de nueve años con discapacidad intelectual, tiene a sus espaldas toda una historia de superación. El deporte le cambió la vida. Su hermano menor, Mauro, le acompaña y le guía en las carreras hasta la meta. En dos días les veremos en la San Silvestre.
Los dos pequeños corredores son compañeros de carreras desde 2019. Mauro, con siete años, es el guía de su hermano Diego, de nueve. "Le ayudo para correr las carreras y para que no se pierda, así llegamos juntos a meta", comenta el pequeño con una sonrisa.
Juntos, son los protagonistas de esta historia de superación. A Diego le dieron pocas probabilidades de hablar y ahora, además de eso, en parte gracias al deporte, realiza muchas otras actividades. "Relacionarse con el resto de niños, formar parte de un grupo, eso ha sido maravilloso para él", cuenta Francisco Gómez, el padre de los hermanos.
Correr es el reflejo de lo que pueden conseguir. Mauro ha sido el mejor logopeda para su hermano. "Verles felices cuando llegan a meta, da igual el puesto, lo primero que hacen es abrazarse", añade el padre de los pequeños, cuya próxima cita es la San Silvestre del viernes, donde Diego conseguirá muchos más objetivos.