Kane Tanaka tiene 118 años y es la persona más vieja del mundo, lo que no le impedirá llevar la antorcha olímpica este mes de mayo en Japón a su paso por Shime, en la prefectura de Fujuoka. La centenaria mujer ha sobrevivido dos veces al cáncer, ha vivido dos pandemias y dos guerras mundiales y adora las bebidas gaseosas.
Aunque la familia la empujará en una silla de ruedas durante la mayor parte de su recorrido de 100 metros, Tanaka está decidida a recorrer los últimos metros a pie, cuando tocar pasar la antorcha al siguiente corredor. Para ello estrenará un nuevo par de zapatillas, regalo de su familia en su cumpleaños, celebrado en enero.
"Es genial que haya llegado a esa edad y todavía puede mantener un estilo de vida activo; queremos que otras personas vean eso y se sientan inspiradas, y que no piensen que la edad es una barrera", le contó su nieto Eiji Tanaka a la CNN.
Los anteriores poseedores de récords para los portadores de la antorcha olímpica más viejos incluyen a Aida Gemanque, de Brasil, que encendió la antorcha en los Juegos de Verano de Río 2016 a los 106 años, y el jugador de tenis de mesa Alexander Kaptarenko, quien corrió con la antorcha en los Juegos de Invierno de Sochi 2014 a los 101 años.
Tanaka nació en 1903 y es la séptima hija de Kumakichi y Kuma Ota. Contrajo matrimonio con Hideo Tanaka el 6 de enero de 1922, días después de haber cumplido 19 años y sin conocer a su esposo antes de la boda.
La pareja tuvo cuatro hijos y adoptó a un quinto. Hideo Tanaka dirigía una empresa familiar que se llamaba Tanaka Mochiya; en ella, se preparaban y vendían fideos udon, así como zenzai, un dulce japonés conocido por ser muy nutritivo. Cuando su esposo fue llamado al ejército durante la Segunda Guerra Mundial, Kane Tanaka se involucró en el negocio, particularmente en el pulido de arroz y la preparación de pasteles de arroz.
La futura portadora de la antorcha olímpica trabajó en esta tienda hasta que cumplió 103 años de edad. Sin embargo, más allá de sus conocimientos presume haber sobrevivido a la pandemia de la gripe española en 1918, a las 2 Guerras Mundiales y por si fuera poco, superó el cáncer en 2 ocasiones. Tiene casi la misma edad que los Juegos Olímpicos modernos, que comenzaron en 1896.
Cuando los Juegos Olímpicos se celebraron por última vez en Tokio en 1964, Tanaka tenía 61 años. Al contar las ediciones de verano e invierno de los juegos, los Juegos Olímpicos de este año serán los número 49 de su vida.
Tanaka ahora vive en una residencia de ancianos, donde generalmente se despierta a las 6 de la mañana y disfruta jugando al juego de mesa estratégico Othello. La familia de Tanaka, que no ha podido visitarla durante 18 meses por la pandemia de covid-19, dijo que mantener la curiosidad y las matemáticas son sus secretos para mantener la mente aguda y el cuerpo sano.
Tanaka no es de ni mucho menos la única centenaria de Japón. Por primera vez el año pasado, Japón registró más de 80.000 centenarios, según el Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar del país, lo que marca el 50 aumento anual consecutivo.
En 2020, una de cada 1.565 personas en Japón tenía más de 100 años, más del 88% de ellas mujeres. En Japón, las mujeres tienen una esperanza de vida de 87,4 años en comparación con los 81,4 años de los hombres, según mostraron las cifras del Gobierno publicadas en julio de 2020.
En 2019, el Libro Guinness de los Récords Mundiales certificó a Tanaka como la persona viva más vieja del mundo, y ahora tiene la mira en otro hito: el récord de la persona más anciana que ha vivido lo tiene una mujer francesa, que murió a los 122 años. «(Kane) dijo que quiere romper ese récord», dijo Eiji Tanaka, su nieto.
La familia de Tanaka dijo que no ha estado entrenando para el relevo de la antorcha, pero está emocionada por ser parte de los Juegos Olímpicos. "Ella siempre ha amado los festivales", dijo Eiji Tanaka. Pero advirtió que su participación en mayo, patrocinada por una compañía de seguros de vida japonesa, dependerá de su salud y las condiciones climáticas.
El Relevo de la Antorcha Olímpica de Tokio 2020 retrasado por la pandemia comienza en la prefectura de Fukushima el 25 de marzo, con varias contramedidas Covid-19 en vigor, anunciaron las autoridades el mes pasado. La antorcha atravesará primero las regiones afectadas por el devastador terremoto y tsunami de Tohoku en 2011, que marca el décimo aniversario del desastre, antes de viajar "por todos los rincones de Japón", dijeron las autoridades.
Las restricciones del coronavirus incluyen evitar "las 3 C": espacios cerrados, lugares abarrotados y entornos de contacto cercano. Aquellos que deseen ver el relevo desde el borde de la carretera deben usar mascarillas, quedarse en casa si se sienten mal y abstenerse de viajar fuera de la prefectura en la que viven.
Los portadores de la antorcha deberán completar una lista de verificación de salud diaria dos semanas antes del relevo y abstenerse de actividades que puedan involucrar un riesgo de infección, como salir a comer o ir a lugares concurridos, aconsejaron las autoridades.