La pandemia de coronavirus está dejando atrás a mucha gente. Muchos han perdido la salud o lo que es peor, la vida; otros, su trabajo, y nuestros niños, su derecho a la educación, al menos, como la conocíamos hasta ahora. A nivel mundial, la proporción de alumnos por debajo del nivel mínimo de competencia aumentará en un 25%, según la Fundación COTEC. La Fundación Promaestro, aprovechando el Día Mundial del Docente, ha querido poner de relieve que no se les ha tenido en cuenta para planificar este curso escolar a pesar de que son ellos, los profesores, “los garantes de una educación inclusiva, equitativa y de calidad para todos”.
“Nos hemos sentido abandonados y dejados”, asegura Jorge Úbeda, director de la Fundación Promaestro, que afea a la clase política que en esta crisis del covid se han olvidado de una variable fundamental. “La ecuación no es solo salud y economía, es salud, educación y economía porque la educación es fundamental en el desarrollo socioeconómico de una sociedad”.
La situación provocada por el covid ha hecho que todos los estudiantes pierdan. A nivel mundial, unos siete millones de alumnos abandonarán la escuela, la proporción de niños por debajo del nivel mínimo de competencia aumentará en un 25% y los niveles de aprendizaje se verán afectados con una pérdida promedio en PISA de 16 puntos para secundaria.
“Este curso extraño y difícil se nos ha preguntado a los docentes tarde y se ha dejado las decisiones al albur de cada centro educativo”, lamenta Úbeda que reclama un “apoyo más inmediato de material” y de personal, a la par que un reconocimiento de la autonomía del profesor para adaptarse a las circunstancias.
No todos los alumnos perderán por igual. La fundación Promaestro ha querido poner de relieve este Día del Docente con la campaña #eligeeducación, que la brecha se intensifica en un contexto de pandemia de coronavirus. Para los estudiantes de rentas medias y altas, la pérdida de aprendizajes puede cifrarse ya, en algunos casos, en un 20%, pero ese porcentaje asciende hasta el 60% cuando nos referimos a estudiantes que viven en entornos vulnerables. La escuela tiene un efecto igualador que ahora ha sido temporalmente desactivado, y las familias que sufren la brecha digital y socioeconómica son las más afectadas. “Hay profesores que han tenido que buscar ordenadores y repartirlos entre sus alumnos con menos recursos”, señala este profesor de filosofía.
Es fundamental que la inversión en educación en España vuelva a los niveles previos a la crisis de 2008, señala Úbeda. “El profesorado ha envejecido, se necesitan más y nuevos docentes, sobre todo para dar apoyo a esos niños más vulnerables y que necesitan más apoyo escolar. La pandemia ha agravado las diferencias educativas y eso se solventa con más apoyos y más recursos”.