"No puedo, no". El padre de Tomás Gimeno es incapaz de hablar con la reportera de El Programa de Ana Rosa. No tiene fuerzas, dicen lo que le conocen que contemplan a un hombre destruido, que no habla, que ha visto cómo su mano derecho en todo, su hijo, ha desaparecido. Ha hecho algo inconcebible para todos los que le rodean. Nadie lo entiende.
La madre de las niñas se agarra también a una idea: Tomás Gimeno no aceptaba en modo alguno la nueva relación de la madre, incluso en los mensajes a esta le reprochaba que había perdido cualquier control en la vida de las pequeñas y que eso la daba ganas de irse fuera. Incluso a otro continente. Beatriz sigue agarrada a la idea -una forma más de resistir- de que Tomás no sería capaz de hacer daño a las niñas para hacérselo a ella. La familia y los amigos de Tomás Gimeno se enfrentan a un precipicio emocional parecido porque la investigación no avanza, las posibilidades se reducen y la idea de que algo malo haya ocurrido con las pequeñas y Tomás no se concibe. La actual pareja del joven ha negado haber recibido dinero y ha señalado que toda la información que ella posee ya la conocen los investigadores. No quiere ser pública, pero mella también sufre el calvario de una ausencia.
“Sí, estaba con él en el momento en el que desapareció. Estábamos juntos. Le conozco desde hace cuatro años. Yo estoy fatal… fatal. Me duele mucho todo lo que ha pasado. Tengo que pasar todos los días por delante de mucha gente que me conoce. Yo tengo mi vida y estoy muy molesta por todo. He tenido muchos problemas por culpa de esto. Sólo quiero desaparecer, igual que ha hecho él”, dice la que era la nueva pareja de Tomás en declaraciones a Telemadrid. "La Guardia Civil registró el centro en el que trabajo un día después de que desapareciera, no porque pensaran que estaba aquí, sino porque tenía relación con él”.
Uno de sus mejores amigos, Toni, mostraba en El Programa de Ana Rosa las mismas ideas que Beatriz, la madre de las pequeñas. "Sabemos que Tomás es incapaz de hacerle nada a sus hijas. Es cuestión de tiempo que él se de cuenta que lo que ha hecho no tiene sentido. Es cuestión de tiempo que vuelva con las niñas o que la Guardia Civil, la policía o las fuerzas de seguridad den con él". Toni no quiere pensar en el peor, una posibilidad que los investigadores no descartan. "Cien por cien estará arrepentidísimo y estará viendo que esto se le ha escapado de las manos".
Es la otra cara de una historia que los investigadores no desean que quede inconclusa. Lo último que se sabe es que se va a buscar el ancla y el cinturón de plomos que han desaparecido y que la sangre encontrada en la barca de Gimeno no es actual, podría ser hasta de hace un año. Todos los medios están siendo puestos a disposición de los investigadores para que ningún atisbo de conjetura quede sin rastrear. El objetivo de la Guardia Civil es iniciar esa búsqueda en alta mar con el sonar y robot marino este mismo domingo si las condiciones del mar lo permiten. El mar va a ser el gran protagonista ahora.