La Guardia Civil tiene muchas pruebas en sus investigaciones que se contradicen con la declaración de Óscar, principal sospechoso de la muerte de Esther López, ante la jueza. La noche que desapareció y murió la joven de Traspinedo, la Guardia Civil sabe que Óscar hizo tres llamadas de madrugada, pero en su testimonio en sala judicial negó haberlas hecho.
Los teléfonos móviles de Esther López y Óscar sitúan a los dos en el mismo escenario horas después de que el joven hubiera afirmado en su declaración que la dejó en el cruce de La Maña. Los datos de los teléfonos conectados a la misma red wifi de un vecino los localizan en la urbanización de la finca de El Romeral. Esa noche, el móvil de Óscar se pone en modo avión pasadas las 6 de la mañana, mientras que el de Esther López se empieza a alejar de la finca.
La Guardia Civil sabe que Óscar utilizó el móvil hasta en tres ocasiones de madrugada. Tres llamadas desde su teléfono, pero de las que hay pocas pruebas por el momento. El principal sospechoso por la muerte de Esther López hizo dos llamadas al teléfono antiguo de la joven y una tercera a una persona que nadie sabe quién es. La jueza tiene varios frentes abiertos por los que aún no puede resolver el caso.
Las investigaciones siguen su curso sobre las llamadas de Óscar esa noche, aunque el joven ha negado durante su declaración ante la jueza que las hiciese. Óscar dice que no es verdad, pero los registros de llamadas dicen lo contrario. A falta de los resultados periciales finales, esos son los datos que tiene la jueza sobre las llamadas que hizo esa madrugada.
Una de las mayores contradicciones que hay entre la declaración de Óscar y las pruebas de la Guardia Civil la noche de la muerte de Esther López es en la ubicación de los teléfonos móviles. El joven mantiene que su amiga nunca estuvo en su finca durante esa noche, pero la wifi y la conexión de su teléfono no dicen lo mismo. Óscar sigue en condición de investigado y está en libertad sin cargos tras su declaración.