Los alimentos empiezan a escasear en las estanterías. Y a esa larga lista hay que sumar desde hoy una amplia gama de productos lácteos. Almacenar leche es lo único que puede hacer una de las mayores empresas lácteas del país. "La situación es dramática porque hace una semana que no hemos podido sacar ningún producto terminado de las fábricas", explica Carmen Ence, CEO de Grupo Leche Río.
En otras explotaciones, como es el caso de esta de Lugo, solo pueden almacenar leche durante dos días. Así que todo lo que saquen a partir de hoy tendrán que tirarlo si no llegan los transportistas. "El ganado comió y ahora tú tiras lo que has gastado", señala José Luis Camiñas, presidente de la cooperativa O Rodo. Las industrias lácteas no pueden trabajar si no les llega la leche. El desabastecimiento llega a muchos supermercados. Una desesperanza que también sufren los agricultores: Ciento cincuenta y seis mil kilos de brócoli se almacenan desde el lunes en neveras.
Las consecuencias que la huelga del transporte está teniendo sobre el sector primario son graves cada hora que pasa son peores. Esta podría obligar mañana al cierre de la industria de la aceituna de mesa y el lunes tiene previsto sumarse la conservera Calvo. Las asociaciones agrarias piden que se encuentre cuanto antes una solución. De lo contrario, las granjas se quedarán sin alimentación y cientos de aves, conejos y cerdos podrían morir, además de que peligra la recogida de la leche porque las industrias, de donde no sale un litro desde el lunes, ya han amenazado con dejar de hacer la recogida porque no tienen donde almacenarla, aseguró Roberto García, secretario general de Unións Agrarias, en unas declaraciones recogidas por la Voz de Galicia.
Además de la recogida de leche, otro de los principales problemas que está ocasionando la huelga es que el cereal no llega a las fábricas de pienso y los granjeros tienen que parar su actividad, lo que implica no poder dar alimento a los animales. "Muchas explotaciones están al límite de no tener nada para alimentar a sus animales. Si en 24-48 horas las gallinas no tienen pienso, morirán", añadió García. Una situación, que se repite en los mataderos, donde al no llegar la materia prima, tendrán que sacrificar a los animales para evitar el colapso de las cámaras frigoríficas.