¿Miedo a repetir la movilización de los chalecos amarillos de Francia? Más de 23.000 agentes movilizados

El Gobierno está preocupado con el cariz que están tomando las protestas del sector del Transporte. El Ejecutivo adelantó este miércoles su idea de bajar el precio de la gasolina el día 29, aunque no concretaron ni el cómo ni el cuánto. Hay miedo a que España repita una movilización como la protagonizada por los chalecos amarillos en Francia. Esta movilización tuvo su origen en las protestas contra el alza en el precio de los combustibles, la injusticia fiscal y la pérdida del poder adquisitivo.

Un total de 23.598 efectivos de la Guardia Civil y de la Policía Nacional participan en los dispositivos diseñados por el Ministerio del Interior para garantizar el abastecimiento de productos esenciales a la población y el derecho al trabajo de los transportistas que no secundan la huelga.

Fuentes de Interior han indicado a Efe que hay desplegados por toda España 16.476 guardias civiles y 7.122 policías nacionales a los que se suman efectivos de Ertzaintza, Mossos d'Esquadra y la Policía Foral de Navarra.

Con este despliegue Interior pretende reforzar la seguridad en las plataformas logísticas de toda España y la red viaria para garantizar el suministro de bienes de primera necesidad, el funcionamiento de los servicios esenciales y el derecho al trabajo.

Unos dispositivos coordinados por la Secretaría de Estado de Seguridad desde el Centro de Seguimiento y Coordinación constituido este miércoles, que se reúne tres veces al día - a las 9:00 horas, las 14:00 y las 19:30- y en él participan mandos de los cuerpos policiales. También asisten representantes de la Vicepresidencia Tercera Ministerio de Transición Ecológica, Ministerio de Agricultura, Ministerio de Política Territorial y Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.

En la primera reunión, Interior trasladó a las delegaciones del Gobierno la orden de reforzar los dispositivos policiales para asegurar convoyes de transportistas de bienes de primera necesidad.

Los cuerpos policiales también están proporcionando seguridad a las plataformas logísticas de toda España y actuando en todos los puntos de la red vial donde se producen incidentes, de forma que identifican a los piquetes.

El Gobierno culpa de las protestas a la extrema derecha

La ministra portavoz, Isabel Rodríguez ha calificado la huelga de transportistas como "un boicot en toda regla alentado desde el odio y las posiciones de extrema derecha". En un acto en Sevilla, junto al líder del PSOE andaluz, Juan Espadas, Rodríguez ha considerado que esas protestas no responden a transportistas "ejerciendo su derecho a la huelga", sino que están "boicoteando al resto de trabajadores" y promoviendo "actos violentos" desde actitudes que "en nada favorecen al diálogo y a la convivencia".

La portavoz del Gobierno ha asegurado que la huelga no es solo por el malestar por los precios disparados de la energía, sino que hay "una reacción aumentada" por "el odio" desde "las posiciones de la ultraderecha". "Nada tienen que ver esas demandas legítimas, por el precio de los carburantes, con lo que estamos viendo hoy en las calles que ponen en riesgo la vida de quienes están trabajando y el abastecimiento de los productos básicos", señaló la portavoz.

"Cuando hay actos violentos que impiden que una parte pueda ejercer su derecho al trabajo, de forma irresponsable y generando inseguridad y desabastecimiento", apuntó Rodríguez, "es un boicot alentado desde posiciones de odio". A su juicio, esas protestas corresponden a "una minoría". Así ha sido el mensaje oficial del Gobierno en un momento en el que la calle está muy caliente y se preparan protestas del campo y el sector primario para este fin de semana.