Cirujanos del Centro Médico Soroka de Beerseba, en Israel han logrado separar con éxito a unas siamesas que habían nacido pegadas por la espalda hace un año. Las dos niñas se han podido ver y mirar a la cara por primera vez en una intervención considerada de alto riesgo practicada en escasas ocasiones antes.
Las dos pequeñas, nacida en agosto de 2020, ha soportado 12 horas de operación y según los responsables médicos, "todo salió como esperábamos", informa Daily Mail.
Los cirujanos llevaban meses ensayando la operación en modelos virtuales para lo cual se creó una réplica en 3D del cuerpo de las pequeñas para que practicasen con las dificultades que se encontrarían en la mesa de operaciones.
Los preparativos previos también incluyeron la aplicación de bolsas de silicona que se fueron hinchando para crear la piel suficiente para cubrir ambos cráneos y proteger la cabeza de las niñas tras la intervención.
Para los responsables médicos, el momento más entrañable de todo el proceso ocurrió tras abandonar las pequeñas la UCI y ser colocadas una frente a la otra con lo que pudieron mirarse por primera a la cara.
Las pequeñas, que aún no han sido inidentificadas se recuperan satisfactoriamente de la operación y ya respiran de forma autónoma.