En el barrio más antiguo de Granada, el Albaicín, declarado Patrimonio de la Humanidad, una oleada de robos indiscriminados ha llevado a los vecinos a la desesperación. Tanto es así que mientras continúan pidiendo protección, y a la espera de que en algún momento llegue, han decidido organizarse ellos mismos a través de un grupo de WhatsApp para vigilar la zona y poner fin a los violentos asaltos.
Así, todos los días a las 19:00 horas se reúnen para montar sus propias patrullas.
“Lo que es romanticismo, belleza e historia se ha convertido en un estado de terror para todas las personas que vivimos aquí y que tenemos que atravesar estas callejuelas para llegar nuestros hogares” denuncia un vecino.
Al no haber prácticamente turistas, dado el impacto de la pandemia, los delincuentes han fijado su blanco en ellos, los vecinos. Tanto de día como de noche han llenado de violencia sus calles, asaltándoles e indimidándoles.
“Por la mañana interceptan a mujeres que van al trabajo, que van solas al trabajo… y le quitan el bolso, el móvil, lo que pillen. Por las noches entran en casas. Incluso en casas ocupadas”, cuenta un afectado.
En el lugar abundan las calles estrechas, muchas de difícil acceso, lo que hace que muchas veces la policía no pueda llegar de manera inmediata.
Por eso, los vecinos denuncian que al caer la noche el lugar se convierte en una auténtica ratonera. “Una ratonera donde no sabes a quién y cuándo”.
Indignados, cansados y desesperados, reclaman a las administraciones que les escuchen. Solo quieren seguridad y no tener miedo a salir de casa; piden que termine una situación lamentable e inadmisible en uno de los lugares más bonitos e históricos de nuestro país.