Un hombre de Kentucky, Estados Unidos, tenía una fuerte irritación en su ojo que no le dejaba descansar, por lo que acudió al médico. La sorpresa fue cuando el oculista descubrió que la irritación estaba provocada por una garrapata, según ha informado The Washington Post.
El joven comenzó a notar los síntomas de irritación después de que retirase un árbol con la compañía eléctrica con la que estaba trabajando. Al principio creía que se trataba de una simple irritación sin importancia, pero cuando el dolor fue a más decidió acudir al especialista, que fue quien descubrió que tenía una garrapata en su interior.
El Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) ha advertido sobre los peligros de estos pequeños bichos, y ha elaborado varios informes en donde explica cómo hay que revisar todas las partes del cuerpo donde las garrapatas pueden estar.
Estos animales, según informa el CDC, viven normalmente en áreas con césped o en arbustos o árboles, y se desarrollan más activamente durante el periodo de abril a septiembre. A pesar de que sus picaduras pueden conllevar enfermedades graves, como la enfermedad de Lyme, que recientemente está siendo investigada por si su propagación fue un accidente o fue diseñada como un arma de ataque, las autoridades quieren que no se siembre el pánico sobre ellas, ya que se pueden eliminar fácilmente con unas pinzas como explican en sus informes.
Sin embargo, el centro todavía no había advertido sobre los peligros que estos animales pueden tener también en los globos oculares, y cómo poder tratar las garrapatas en ellos, ya que su eliminación no es tan sencilla. Este nuevo caso ha abierto la preocupación sobre ello.
No es el primer caso en el que una garrapata causa serios problemas al situarse en partes del organismo difíciles de detectar. El pasado mayo, un niño de 9 años se quejaba de un fuerte dolor en su oído derecho, y los médicos descubrieron que se trataba de una garrapata incrustada en la membrana de su tímpano.