La familia de Anna y Olivia, las niñas desaparecidas en Tenerife después de que su padre, Tomás Gimeno, se las llevase el pasado martes 27 de abril, hace ya 35 días, no pierde la esperanza, aferrándose al pensamiento de que volverán a casa; de que Gimeno no les hizo nada malo y regresarán.
“Por Olivia, por Anna… somos fuertes. No pararemos hasta que vuelvan a casa”, escriben desde la cuenta creada para dar difusión a la desaparición.
“Comparte y que este mensaje llegue a todos los rincones del planeta”, añaden, acompañando el mensaje de un vídeo en el que las pequeñas, de solo 1 y 6 años, están la una junto a la otra en una cama mientras la mayor, feliz, canturrea: “Somos fuertes, somos fuertes”; un clip que finaliza con Olivia dando un beso en la mejilla de su hermana pequeña.
La nueva publicación llega en unos momentos en que arranca la búsqueda submarina en la zona donde Tomás Gimeno estuvo parado durante un tiempo con su lancha, de la que salió del puerto con varios petates, como captaron las cámaras.
Los investigadores no descartan la hipótesis del peor escenario: que Tomás Gimeno utilizase el ancla y la cadena para lastrar esos petates, en los que podrían estar las niñas, y que después, tras regresar a puerto y marcharse de nuevo al mar, se lastrase él con un cinturón de plomo que también buscan en las profundidades del océano.
Concretamente, un barco con lo último en investigación submarina, con un sonar y un robot, rastrea la zona en busca de alguna nueva pista que arroje luz sobre el caso.
No obstante, la familia no pierde la esperanza, y se aferra a esa hipótesis de que Tomás Gimeno huyó con las niñas a otro país y no las haría daño.