Los tendederos de ropa le salvaron la vida. Un niño de dos años se precipitó por la ventana de su casa, situada en un sexto piso, en la barriada de la Plaza de Toros, de Marbella, y resultó prácticamente ileso. El suceso ocurrió en la calle Salduba, una de las más concurridas de la ciudad malagueña.
Parece todo un milagro, pero lo cierto es que su salvación se la debió a los cordeles de los tenderos de los primeros pisos, que amortiguaron su caída. Los motivos por los cuales el menor se precipitó aún se desconocen, según informa DiarioSur.
El niño quedó tendido en el suelo. Rápidamente los vecinos que se encontraban en el lugar acudieron en su ayuda. En ese momento, un conductor que pasaba por la zona, se dio cuenta de lo que sucedió, paró el coche y se ofreció a llevar al niño al centro de salud más cercano, antes incluso de que llegase la Policía y el 112 al lugar de los hechos. Iba acompañado por su mujer e hijo.
Según afirmaron los testigos, el menor estaba consciente y no sangraba. Sólo presentaba heridas a la altura de las costillas.
Después de ser reconocido por los médicos del centro de salud de atención primaria, lo trasladaron al Hospital Costa del Sol. Allí permanece ingresado, en observación y fuera de peligro.