La autopsia determinará si el bebé que murió ayer al entrar en contacto con lejía, metió la cabeza en el cubo o inhaló los gases tóxicos. Aunque la policía cree que se trató de un accidente, se investiga si pudo haber negligencia por parte de los padres.
La Policía Nacional investiga la muerte del bebé intoxicado al entrar en contacto con un cubo lleno de agua con lejía.
Los padres trasladaron a su hijo de nueve meses al centro de salud y de allí lo derivaron a urgencias del Hospital de Gandía, dada la gravedad del paciente, donde murió poco después. El pequeño no tenía ningún indicio de haber sufrido otros daños.
Todo apunta a que el bebé jugaba y se acercó demasiado al cubo en un despiste de los padres. Se investiga si pudo haber una posible negligencia por parte de la pareja. La autopsia determinará si el bebé murió intoxicado por los gases de la lejía o metió la cabeza en el cubo, según informa el diario Las Provincias.
No obstante, la principal hipótesis con la que trabajan los investigadores es que se trata de una muerte accidental.