Los contagios descontrolados de la variante ómicron han desbaratado los planes navideños de miles de familias en las que algún miembro pasa estos días confinados. Tampoco han sido unas navidades dulces para la hostelería, las cancelaciones no han cesado en hoteles y restaurantes de todo el país. Fuera de nuestras fronteras las cosas no están mucho mejor: cientos de vuelos se han quedado en tierra estos días por contagios en las tripulaciones.
Los teléfonos no han dejado de sonar este fin de semana en hoteles y restaurantes de todo el país, y no precisamente para hacer reservas si no, todo lo contrario, para anularlas. Muchas comidas y cenas se están cancelando, sobre todo las más multitudinarias. Quien no anula por ser positivo o contacto estrecho lo hace por precaución y miedo.
Esto provoca el desastre para los hosteleros que se quedan con los salones de sus restaurantes vacíos y las neveras llenas de producto a los que no podrán dar salida.
Ómicron ha comprometido nuestro ocio, pero también los viajes fuera de nuestras fronteras. La variante ha provocado la cancelación de 7.000 vuelos en todo el mundo, echando por tierra los planes de Navidad de millones de familias.
Sólo en Estados Unidos se anularon este domingo más de 700 vuelos, el motivo, positivos entre los trabajadores y claro, sin tripulación no hay avión que despegue.
Una jornada menos desastrosa que la del día de Navidad, con mil trayectos cancelados y otros 1.400 vuelos que sufrieron severos retrasos.
En Nueva York, largas filas para pruebas covid en Times Square. Cualquier precaución es poca en un país donde casi 3 de cada 4 contagios ya son por ómicron.